El piercing es una modificación corporal que involucran en su historia, recuerdos, anécdotas y mucho sentimiento espiritual. Dentro de los modelos más destacados en la nariz son el nostril por ser el más sencillo, ubicado en cualquiera de las aletas y con la opción de colocarte punto o aro.
También existe el famoso septum (piercing del toro) mayormente usado en hombres y en la cultura punk, antiguamente se creía que este tipo de piercing protegía la entrada de malos espíritus.
Preparación
Al momento de decidir que piercing de nariz te gusta, puedes seguir los pasos a continuación para obtener un resultado favorable en el tiempo:
Busca el lugar idóneo para realizarte tu perforación, es mejor conseguir un sitio con normas de salubridad, donde sepas que esterilizan la aguja y que poseen los materiales necesarios para atenderte.
Deja los nervios en casa y permite al profesional hacer su trabajo. Si crees que no podrás soportar el dolor o estas muy nervioso, pide un dosis de anestesia local sabiendo con anterioridad que no eres alérgico.
No retires el piercing cuando esté en su proceso de sanación (1 a 4 meses aproximadamente), sigue las recomendación de tu perforador, mantén una buena higiene y no uses productos fuertes que puedan causar irritación.
Curiosidades
El piercing de nariz ha transcendido a través del tiempo, en los años 60 y 70 se creía que hacerlo era una forma de rebeldía hacia la sociedad, también un poco más lejos en el siglo XVI, las mujeres se hacían estas perforaciones en el lado izquierdo para ayudar a su aparato reproductor, práctica que aún se sigue utilizando en la medicina ayurvédica.
Hoy día estas perforaciones de la nariz abarcan diferentes países, culturas y modismos. Cuando tienes un piercing en tu rostro siempre serás visto. Es como un imán que hace que todos volteen a verte, pero no te preocupes, lo importante es que tú te sientas feliz y seguro con el resultado final.
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