Después de varios meses repartiéndose premios por el resto del mundo, por fin llegó la esperadísima ceremonia de los Oscar. Como suele ocurrir, una vez más no hay que destacar ninguna sorpresa en los premiados, aunque sí que quedará un dato para la historia, el nombre de Kathryn Bigelow como primera directora premiada en la historia de los Oscar (curiosa mención a la mujer trabajadora, ¿no os parece?).
Y dicho esto, se da un anticipo a lo que pasó en el gran Teatro Kodak de Los Angeles, ya que ‘En tierra hostil' (‘The hurt locker') de Bigelow fue la gran triunfadora de la noche, consiguiendo seis de las nueve estatuillas a las que optaba, entre ellas dirección, película y guión original, y arrebatando a la espectacular ‘Avatar' de James Cameron la gloria que muchos daban por supuesta (tan sólo recibió tres galardones y todos de los considerados ‘técnicos').
La siguiente gran noticia, aunque era un secreto a voces, es que nuestra Penélope esta vez no se ha llevado el gato al agua, y ha tenido que conformarse con ser fotografiada con un precioso vestido granate muy fiel a su estilo y de la mano de su novio Javier Bardem. La peculiar Mo'nique ha sido quien subió a recibir el premio por el que optaba Cruz, mejor actriz secundaria por su portentoso papel de madre abusadora en ‘Precious'.
Otro nombre propio que ha sonado con fuerza es la estatuilla que recibió Sandra Bullock por su papel protagonista en ‘Un sueño imposible' (‘The blind side'), en su primera nominación, curiosamente tras haber recibido la noche, con muchísimo humor por su parte, dos Razzies como peor actriz. Aunque sea la eterna chica de comedia romántica, parece que Sandra podría estar relanzando su carrera hacia otros caminos tras este papel dramático.
Con respecto al elenco de actores masculinos, los dos premiados fueron Jeff Bridges por ‘Corazón rebelde' en la categoría de protagonista, y Christoph Waltz por su papel secundario en ‘Malditos Bastardos'.
Para terminar, señalar la preciosa película hispano-argentina ‘El secreto de sus ojos' de Juan José Campanella, que consiguió arrebatarle el Oscar a la aclamada ‘La cinta blanca' de Haneke, favorita para el premio mejor película en idioma extranjero; y la tierna ‘Up', que se convirtió en la mejor película animada de 2009.