Ojo con lo que deseas, puede que se te cumpla...

Hoy ha sido un día de locos...

Después de pasar toda la semana encerrada por culpa de un virus que no me dejó ni respirar textualmente quedaron algunos planes frustrados como la idea de empezar a tomar clases de baile árabe, terminar unos delantales que empecé a hacer en patchwork para mis sobrinitas, que a este paso les llegarán para navidad (cuando al fin le abrí un espacio en mi agenda); la salida con mis perros se limitó a una tímida vuelta por el parque porque el aliento no me daba para más y eso era realmente necesario para ellos y de no ser así no hubiera dado un paso fuera de casa, entre otros.



Se terminó la semana y con ella el incómodo malestar, hoy como de costumbre cada viernes tenía que ir a hacer un trabajo pero me llamaron a cancelar, lo cual me causó otro malestar de esos que te pegan en el bolsillo bruscamente y me logró importunar, lo primero que se me vino a la cabeza fue un pensamiento de “voy a tener que buscar un trabajo de esos fijos, volverme a emplear”.
Ya les conté lo que pienso de emplearse, no es que sea malo pero siento que limita las oportunidades propias, sin embargo estando en esa contradicción y renegando de la situación no habían pasado diez minutos mientras hablaba con mi amigo Fer quejándome mucho, recibí una llamada de un caballero que me conoció cuando trabajé administrando un restaurante muy chic hace algunos años por allá en el norte de la ciudad, quería saber si andaba ocupada porque estaba la oportunidad de volver a administrar uno por la misma línea muy cerca de donde ya lo había hecho O_o

Siempre he creído que uno debe hacer su trabajo de la mejor manera por cuestión de ética y dejar las puertas abiertas por aquello de las vueltas que da la vida y la misma vida me ha enseñado que hay lugares a donde uno debe regresar porque faltó aprender, iniciar o terminar algo.

Y también siempre he creído que lo que uno piensa por la ley de atracción es lo que se le dá o_o

Creo que la lección del día definitivamente fue tener cuidado con lo que deseo porque corro el riesgo de que se me cumpla, eso muchas veces puede no ser lo mejor aunque en el momento sea lo más cómodo.

Claro que no descarto la opción aún por varias razones, la primera es que me agrada saber que la gente cuenta conmigo para cosas importantes porque conocen la calidad de mi trabajo (traducción: hace feliz a mi ego ), la segunda porque sería una buena oportunidad para retomar la profesión (No solo mi EGO es feliz, una personita muy importante para mí me decía lo orgulloso que se sentía cuando yo tomaba las riendas de un lugar como estos y sería una buena razón para hacerlo), la tercera porque es un buen momento para recibir unos ingresos fijos y ahorrar … (nahhh es que ya que tengo un viaje programado para vacaciones para el que ya tengo pasajes pero nada más).




Esta clase de situaciones se me han presentado muchas veces antes y es por lo que nunca me preocupo si llego a quedar sin trabajo, siempre habrá algo esperándome, como dice un libro muy importante que seguro todos conocen, “Considerad los lirios del campo cómo crecen: no trabajan ni hilan pero os digo que ni aún Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?”




Pero, ah caramba si el universo conspira para que uno tenga lo que desea, está clarísimo!



Ahí les dejo otra célebre que aplica mucho:




“Sí sonrío el espejo me devuelve la sonrisa.

La actitud que tome frente a la vida es la misma que la vida tomará conmigo”




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