Ayer encontraba esta noticia por casualidad:
Grandes libros que jamás se convertirán en películas.
La adaptación de obras literarias ha sido, es y será uno de los principales recursos de la industria cinematográfica para encontrar nuevas películas que producir. Sin embargo, hay libros magníficos que nunca verás trasladados a la gran pantalla. Por unas razones o por otras, no parece posible convertirlos en filmes sin traicionar parcial o completamente su esencia.
Podéis leer la noticia completa aquí:
http://www.abc.es/tecnologia/redes/20150129/abci-cinco-libros-pelicula-201501291303.html
Y nada más leerla pensé: "pues mejor"... fue un pensamiento espontáneo... sin más... Después continué leyendo el artículo donde se detallaban las 5 grandes obras que no son posibles llevar a las salas del cine, porque nadie sería capaz de imaginar diversas escenas entre refrescos y palomitas.
Confieso que no soy nada cinéfila, pero es que la mayor parte de las veces que he leído un libro y después he visto la película o la serie, la decepción ha sido mayúscula... y os aseguro que tengo una larga lista...
Sólo mencionaré una... "El tiempo entre costuras"... de María Dueñas... El libro es una delicia y la serie una sosez... Entiendo que quizás así llegue a un amplio público, entiendo que los medios de comunicación se hagan eco de los altos niveles de audiencia, de lo fantásticos que son los actores que las protagonizan... el mercado manda y mueve mucho dinero... Lo entiendo... Pero a mí me roban la magia, invaden mis espacios, me hacen trizas la imaginación, me parten a los personajes, quitan, pegan y ponen con total impunidad y siento que han transformado la obra original (aunque sea con supervisión del autor), siento que me venden otra obra diferente... y puestos a elegir me quedo con la mía, con la y que yo iba tejiendo mientras leía el libro, saboreando cada escena, cada personaje, cada diálogo... poniendo mis voces y mis caras... El tiempo entre costuras ni siquiera terminé de verla... Y lo visto traté de olvidarlo leyendo de nuevo mi obra, la que está en mi estantería y la que me proporcionó tantos momentos mágicos.
Así que por mi parte, sólo puedo decir que benditas las obras que no pueden ser llevadas a la gran pantalla.
¡¡¡¡Feliz viernes!!!!