Entre el Bronx y la Isla de Riker en el East River River sem encuentra una isla desierta, donde los fantasmas campan a sus anchas esperando a alguien a quien asustar con sus historias de enfermedades y dolor; pero nadie viene, nadie se atreve a levantar esas ruinas y volverla a dar vida porque allí, la muerte es la dueña y señora del lugar.
Su historia es apasionadamente dolorosa, pero también atrae a quienes quieren que los muertos descansen en paz.
En 1885 se construyó un hospital para el tratamiento de enfermedades virales, y después de la Segunda Guerra Mundial en la isla fueron colocados veteranos.
Más adelante en el 1950, la isla fue construida por los centros de rehabilitación del Norte Hermano drogadictos adolescentes, pero 1960, la isla está completamente desierta y custodiada por la policía de Nueva York y la Guardia Costera.