Es una excursión que organizan diferentes agencias y te permite conocer diferentes barrios donde puedes ver realmente los contrastes que existen en la ciudad, de allí el nombre de la excursión. Te llevan al Bronx, a Queens, al barrio de Williamsburg en Brooklyn, y acaba en Chinatown, unos barrios con muchísimas diferencias entre ellos.
La ruta empieza en Manhattan y después de pasar Harlem, barrio donde predomina la gente de color, llegamos al Bronx, el barrio de los latinos que se caracteriza por el alto índice de criminalidad, siendo algunas zonas bastante peligrosas.
Es un barrio muy conflictivo con muchas pandas callejeras, los colegios tienen detectores de metales y rejas en sus ventanas, pero con la excursión te llevan a lugares seguros y no hay peligro alguno.
Lo más bonito son los grafitis que dan alegría a este barrio problemático.
En en el Bronx se encuentra el estadio de beisbol de los Yankees
Pasamos por la comisaría de policia, Precinct Police Station.
Luego pasamos por Queens, llena de preciosas casas unifamiliares con jardines abiertos, una imagen totalmente diferente a los rascacielos de Manhattan.
Continuamos la ruta y llegamos a Brooklyn, al barrio judío de Williamsburg donde viven los judíos ortodoxos. Vaya cambio, ¡parece que estés en otro país!.
Sus calles están repletas de judíos ortodoxos, ellos vestidos con abrigos negros, barbas, tirabuzones y sombrero de ala, ellas con pelucas (se rapan la cabeza cuando se casan), vestidas austeras, con colores oscuros, mangas debajo el codo y medias en pleno verano, muy tapadas para no atraer miradas masculinas.
Van a colegios separados por sexos, los autobuses escolares son sólo para esta comunidad, con las letras escritas en hebreo, si son de color rojo el autobús es de niñas, si es de color negro el autobús es de niños.
El barrio en sí no es bonito, más bien al contrario, fachadas viejas con ventanas enrejadas, lo curioso son sus habitantes. Fue una visita interesantísima para conocer más de cerca sus costumbres.
Si visitas el barrio el sábado "Sabbath" encontrarás todos los comercios cerrados pero irán vestidos con sus mejores galas para asistir al templo, ellos con un abrigo de satén y un gran enorme sombrero de pelo. Si lo visitáis el resto de días, los comercios estarán abiertos y podréis verlo con más movimiento.
Y la ruta acaba en Little Italy, lo que fue un barrio poblado por inmigrantes italianos ahora ya sólo queda una calle llena de restaurantes italianos en pleno Chinatown.
Realmente, fue un día lleno de contrastes dentro de la misma ciudad de Nueva York.
Aquí finaliza nuestro recorrido por la Gran Manzana, un viaje fantástico y los niños lo disfrutaron muchísimo.