Me acuerdo que con la que primero empecé a hablar fue con Cris, que creo que también andaba un poco perdida. Pero no hablé con ella por iniciativa propia, que va... Luego llegó Prifer o “Prifercati”, como decia ella, lo que me hizo creer que era italiana, mira tú… yo creo que tarde alguna que otra semana en darme cuenta de que no, es de Gijón de toda la vida.
A los pocos días de empezar el curso conocimos a Olga (Ol), Paula (Parra), Claudia (Losqui), Nerea y a Dani.
Y eso fue lo mejor que me pudo pasar, mi “miedo” se convirtió en “ganas”.
Cogía el tren todos los días con Cris, Prifer y Dani para ir a Oviedo, pero no me daba pereza porque sabía que me lo iba a pasar bien. Con ellas. Siempre con ellas.
Lo que me pasó con ellas no me ha pasado con nadie nunca más. Esa confianza, ese cariño, su forma de ser conmigo y con el resto. Altruistas, siempre tratando de hacerte sentir bien… y lo conseguían, vaya si lo conseguían.
Ah… también estaba Jaime, el súper delegado de la clase (por lo menos los dos primeros años). A simple vista se podría pensar que le falta una patatina para el kilo (con cariño). Pero solo tienes que ponerte s hablar con él y te vas a encontrar un chico con los pies en su sito, dispuesto a ayudarte y escucharte cuando lo necesites. Siempre te saca una sonrisa, siempre. No falla.
A vosotros en especial, por ser quienes sois y hacerme vivir esos dos años tan geniales para mi, os tengo que dar las gracias por estar ahí, aun después de otros dos años que casi no me visteis el pelo. Sois de esas personas que se que están ahí.
Y aunque me habría gustado haber acabado con vosotros lo que empezamos hace 4 años, estoy muuuuy orgullosa de vosotros y de vosotras. Vais a ser unos profes de 10. Ya sois unos amigos de 10 para mí.
Muchas gracias por lo que sois.
¡¡Enhorabuena Lobitas!!
¡OS QUIERO! ❤❤❤❤❤❤❤
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