Por esa razón, en 2008 el Banco Central Europeo decidió realizar una serie de encuestas en algunos países de la zona euro. El objetivo de esta investigación era descubrir cuál es el uso que le damos los europeos a los billetes y monedas de euro.
Se realizaron dos encuestas, una en hogares y otra en empresa de carácter no financiero. La muestra estuvo centrada en Italia, Francia, Alemania, España, Austria, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo, debido a que los Bancos Centrales de estos países emiten la gran mayoría de los billetes de la zona euro. Estudiando a estos 8 países, el BCE pudo analizar la diferencia del uso que se le da al dinero en efectivo dependiendo del lugar.
Según los resultados, el importe de los pagos en efectivo sigue siendo elevado en comparación con los pagos en tarjeta, es decir, todavía seguimos pagando más en ‘cash’. Las encuestas demostraron que el uso del efectivo varía dependiendo del país, siendo España y Austria los que más lo usan, y Francia y Países Bajos los que menos. El principal propósito de estas encuestas era llegar a comprender el uso que hacen los europeos de los billetes, el importe de los pagos en efectivo y las posibles razones de estas operaciones.
Una de las principales conclusiones del estudio fue que las compras pequeñas de hasta 100 euros se pagan en su mayoría con efectivo, y a partir de esta cifra se empiezan a pagar con tarjeta. Es decir, que cuanto más alto sea el precio de la compra hay menos posibilidades de que sea pagada en metálico. Sin embargo, se apreciaban en el estudio muchas diferencias en cuanto a los resultados de cada país, como que hasta un tercio de las personas en Italia, Austria o España pagan normalmente sus compras de hasta 1.000€ en efectivo, mientras que en Países Bajos y Francia el porcentaje es menor al 4%. Tras ver las cifras de este estudio y el elevado porcentaje de población que sigue pagando sus compras en efectivo, se pone de manifiesto la importancia de que los comercios cuenten con dispositivos de detección de billetes falsos como los que ofrece Detectalia y de ese modoevitar la entrada de dinero falso procedente de los pagos en metálico. Las encuestas demostraron que el 56% de los encuestados nunca había poseído un billete de 500€ y el 44% uno de 200€. Según el estudio los países que utilizan con más frecuencia estos billetes son en este orden Italia, Austria, Bélgica y España, mientras que Francia y Países Bajos contaban con un gran porcentaje de personas que no han tocado nunca billetes de tanto importe.
Según el estudio, el perfil de los poseedores de los billetes de 200 y 500 es normalmente un hombre autónomo de unos 25-54 años. Casi la mitad de ellos contestó que lo había extraído de su cuenta, el 18% fueron producto del pago de una venta, alrededor del 12% como parte de su salario y el resto lo había recibido como regalo. Un dato a resaltar con respecto a las encuestas realizadas a empresas es que el 62% indicó que recibía parte de sus ingresos en efectivo. En cuanto a los países, el estudio muestra que Austria, España y Alemania cuentan con el mayor número de empresas que reciben la mitad de sus ingresos en metálico.
Por otro lado, hay una gran diferenciación en cuanto a los sectores. El sector de la hostelería es el que más dinero en efectivo recibe siendo aproximadamente un 50% de sus ingresos dinero en metálico y es el sector que realiza también la mayor cantidad de pagos en metálico. Mientras que otros sectores como las actividades inmobiliarias, la industria manufacturera o la agricultura y la pesca tienen una cantidad muy pequeña de ingresos y pagos en efectivo. En este sentido, es muy recomendable que bares, restaurantes, pubs, heladerías, tabernas o casas de comidas, además de otro tipo de establecimientos del sector hostelería, cuenten condispositivos de detección de billetes falsos, como el modelo D7, uno de los más vendidos del catálogo de Detectalia. Según este artículo del BCE, en el año 2008 se estima que en la zona euro se pagaron unos 350 miles de millones de euros en efectivo, una cantidad que muy difícil de imaginar. Aunque las encuestas se realizaron hace ya 8 años, el artículo considera que el uso de efectivo no ha variado demasiado. Pese a que los pagos electrónicos han aumentado estos últimos años, se considera que el efectivo va a seguir siendo uno de los principales medios de pago durante mucho tiempo.