Dado el avance de los dos mundiales que para mi son mi devoción (MotoGP y Fórmula I), tenía intención de realizar un resumen de cómo ha sido el comienzo de ambos mundiales, los cuales nos están brindando muchas emociones y sorpresas. Sin embargo, el viernes pasado, en los entrenamientos libres, un accidente cubierto de mala suerte se llevó por delante a uno de nuestros pilotos, Luis Salom.
Soy una apasionada de estos deportes y soy consciente de que en cada curva se juegan la vida. Sin embargo, cuando un piloto tiene un accidente aparatoso y se hace año siempre siento una punzada en el corazón y estoy muy pendiente de su evolución.
En este caso no me dio tiempo casi ni a digerirlo, pues para mi gran consternación, el piloto murió…
Todavía hoy, cuando veo imágenes de él en los diferentes circuitos, sus entrevistas, etc. se me escapa alguna lágrima. Para mi, los pilotos de ambos deportes son casi un miembro más de la familia que me acompañan en múltiples comidas a lo largo de los años y siento mucha pena y mucha impotencia cuando esto sucede… Y aquí va mi homenaje particular
Luis Salom, un joven con un futuro prometedor en el mundo del motociclismo que nos dejó con 24 años. A lo largo de su trayectoria había corrido 113 carreras consiguiendo 9 victorias (todas ellas en Moto 3) y 25 podios (repartidos tanto en 125cc como en Moto 3 y Moto 2). Durante estos años en los que hemos podido disfrutar de él sobre la moto nos ha brindado buenas carreras, con finales apretadas y con mucha emoción. Grandes carreras con el que fue su rival, compañero y amigo Alex Rins.
Sus dos años en Moto 3 fueron sus mejores años, quedando segundo y tercero respectivamente en el mundial. De hecho, en 2013, pese a quedar tercero, obtuvo mejores resultados y más puntos que el año anterior.
Era un joven que siempre tenía una sonrisa dispuesta a ser compartida, un gran sentido del humor y un amor incondicional por las motos. Sin duda, el mundo del motociclismo ha sufrido una gran pérdida con su fallecimiento.
El amor mutuo con su madre era un amor puro e incondicional. No puedo imaginarme el dolor tan grande que debe estar sufriendo María… Debemos quedarnos con que murió haciendo lo que más le gustaba, que aunque no es consuelo al menos es un pensamiento que da un poco de tregua al dolor.
Desgarrador y emotivo fue el gesto que ha tenido esta mujer desprendiéndose de su larga cabellera para que su hijo se llevase al cielo esos rizos que tanto le gustaba tocar y enredarse en el dedo. Precioso detalle que sólo una madre podía hacer.
Quiero compartir con vosotros dos cartas que en estos días me han puesto los pelos de punta y me han emocionado. Dos cartas escritas para Luis, una de su preparador físico y otra de una invitada al padock ese fin de semana por Luis Salom como ganadora de un concurso que realizó el piloto con motivo de los 39.000 seguidores.
Luis Salom ha entrado en esa triste lista de pilotos que sin duda tenían mucho por mostrarnos y que nos han dejado y que siempre tendré en mi recuerdo: Marco Simoncelli, María de Villota, Jules Bianchi y, ahora también, Luis Salom
Descansa en paz Luis, y sigue dando gas encima de la moto allá donde estés siempre con esa sonrisa.