Cartel de Love Actually
Un clásico que fue grabado principalmente en la capital británica y cuyas escenas del principio y el final muestran a personas reales que se reúnen con sus seres queridos en el aeropuerto de Heathrow (Londres), porque el amor está en todas partes.
Lo cierto es que su director y guionista, Richard Curtis, trabajaba en dos películas distintas y no pensó en Love Actually, pero fusionó una historia de amor sobre el primer ministro con otra sobre un escritor y se hizo la magia.
¿Sabías que a Hugh Grant no le gustaba la escena del primer ministro bailando por el 10 de Downing Street o que el pequeño Thomas Brodie-Sangster (1990) solo se llevaba 5 años con Keira Knightley (1985) cuando se rodó la película? Por cierto, Olivia Olson, que interpreta a Joanna, es quien canta su propio villancico.
Hugh Grant en su escena de baile
Otra de las cosas más curiosas es que el lago donde nadan Aurelia y Jamie (Lúcia Moniz y Colin Firth) solo tenía 50 centímetros de profundidad y tuvieron que arrodillarse para fingir que estaban en aguas más profundas. Y una última anécdota: los letreros que Andrew Lincoln enseña en la película los escribió de su puño y letra para la escena en la que su personaje se declara a Juliet.
Todo un clásico que en Navidad se ve en muchas casas del mundo. Ojalá una segunda parte.