Se trata de un amplio local decorado con un toque exótico con bonitos jardines verticales, un ambiente fantástico y muy buena atención (aunque esto ha sido una constante en todos los restaurantes que visitamos en Sevilla). Uno de los comedores , donde estaba nuestra mesa, es un patio sevillano con vistas a la cocina.
En la carta de Lobo López, además de platos donde se mezcla lo tradicional con un toque de vanguardia, podemos encontrar una gran variedad de cocteles. Nosotros compartimos varias tapas y un postre, esta fue nuestra elección:
Trio de quesos
Ensaladilla de pollo, curry y mango
Fresón de foie
Un bonito trampantojo que escondía un rico foie en su interior
Pluma ibérica con mojo verde
Buñuelos de tiramisú
Todo estaba delicioso, la verdad es que disfrutamos de una cena súper agradable porque el ambiente era fantástico, la comida estaba muy rica, pero cuando llegó el postre morimos directamente jajaja. Lo escogimos porque Nacho es un amante del tiramisú, pero nos esperabamos algo más sencillo, cuando nos lo sirvieron alucinamos un poco, pero al probarlo fue una pasada, estaba impresionante!!
La relación calidad/precio del local está genial, no llegamos a los18€ por persona incluidas bebidas y cafés, y en el momento que nos trajeron la cuenta, “la dolorosa” venía acompañada de la sorpresa final, dos chupitos de espuma de ginebra con maracuyá deliciosos.
Si os pasáis por Sevilla, hacedles una visita, estoy segura de que no os defraudará, eso si…reservad mesa que están a tope!!