Planes con niños en los Cotswolds
El castillo de Warwick
Warwick es un pueblo justo al lado de Stratford upon Avon que acoge un gran castillo medieval muy bien conservado. En los años ochenta, la familia propietaria del castillo decidió venderlo a la empresa gestora de los principales museos de cera y de entretenimiento. Desde entonces, el castillo se ha convertido en una especie de parque temático sobre las gestas medievales de los caballeros, las princesas, las mazmorras y las batallas.
El interior del castillo acoge varias alas de estancias, en las que se reproduce a modo de museo el ambiente del palacio durante distintas épocas, desde la edad media hasta la época victoriana.
En los jardines se suceden las actividades de entretenimiento y espectáculos diversos, como las justas o los lances entre caballeros, el lanzamiento de las catapultas o la doma de águilas. Mientras, abundan los puntos de juegos y pruebas para niños por todo el recinto.
La visita no es barata, 20 libras por adulto y algo menos los niños de 5 a 12 años, pero es un plan para un día completo.
Blenheim palace
Lugar de nacimiento de Winston Churchill, el Palacio de Blenheim es la residencia de los duques de Marlborough, que actualmente residen parte del año en una de las alas del palacio. El palacio fue construido a principios del siglo XVIII sobre un palacio medieval.
Es un palacio imponente con un inmenso parque, cruzado por un río, rodeado de colinas, de más de 5000 hectáreas.
Las estancias interiores que se visitan incluyen el hall, varias de las salas de visitas, alguno de los dormitorios de invitados y un regio comedor, que todavía utiliza la familia en ocasiones destacadas como las fiestas de Navidad. La visita interior termina en una estancia alargada, antigua biblioteca, en la que se exponen varias piezas de mobiliario y arte de gran valor. Algunas de esas piezas incluyen tapicerías de lana y seda, alfombras o incluso muebles de líneas modernas.
Pero lo mejor del palacio está fuera, en el entorno. El parque es espectacular, no me sorprende que mucha gente vaya a pasar el día para pasear, correr, o visitar sólo el jardín.
Y con los niños es imprescindible acercarse a los Pleasure Gardens, que se comunican con el edificio central a través de un trenecito panorámico irresistible para los enanos. En esta zona familiar se puede visitar el invernadero con el jardín de lavanda, la galería de las mariposas (¡sorprendentes!) o el genial laberinto.
Cotswolds Farm Park
Otra de las actividades más frecuentes en la zona es visitar alguno de los parques naturales con granjas de animales abiertos al público. En nuestro caso elegimos una de las más populares, la Cotswolds Farm Park, aunque también nos tentaba acercarnos al Cotswolds Wildlife Park. Tuvimos que elegir una y nos decidimos por la primera, para poder visitar animales autóctonos. La segunda es una reserva-zoo con animales exóticos que también tiene muy buena pinta.
Adam Henson, el dueño de esta granja, se ha hecho muy famoso con sus programas de televisión, así que la granja atrae cada vez a más público. La experiencia se basa en acercarse a los animales autóctonos, cabras, vacas, caballos y otros animales domésticos. Se realiza un recorrido completo por el inmenso parque en el viven que especies raras e incluso en extinción.
Los niños pueden ver cómo ordeñan a los animales, acariciar a los conejos, dar el biberón a las crías, alimentar a las cabras, etc. El parque es fantástico para un día de picnic y un rato de juegos.
Imprescindible
Kelmscott Manor, la casa de William Morris
El movimiento Arts & Crafts, fundado por William Morris, (en el próximo post os explicaré quién es Morris, para los que no lo sepáis) tuvo su base de actividades y desarrollo en esta zona de Inglaterra. Y aquí en un pequeño pueblo, Kelmscott, tenía también su casa de verano Morris.
La casa sólo se abre un par de días por semana, y las visitas se programan para no exceder el cupo de visitantes permitido. Es una pequeña maravilla, pequeña (en comparación con los palacios y las mansiones, claro), encantadora y con todos los detalles y las telas de Morris en cada estancia.
Las bancadas en las ventanas, los canapés tapizados, los papeles pintados en las paredes, los muebles de madera e incluso la tarima del suelo me parecieron perfectas. Y el jardín que rodea la casa es una delicia. ¡Y no que quito de la cabeza sus habitaciones del ático!
También tienen una pequeña tienda con muchos detalles, fundas de cojín, manteles, papelería, etc. con los diseños de Morris. ¡Algo cae seguro! Si tenéis la oportunidad, no os perdáis Kelmscott Manor.
El alojamiento, Farncombe Cottage
Por último, os hablo de la casa en la que nos alojamos, Farncombe Cottage, una casa perfecta de dos dormitorios, con todo el encanto inglés que podáis imaginar.
Mike y Julia son los dueños de este apartamento anejo a su casa. Granjero él y profesora ella, decidieron instalarse en su tierra natal después vivir durante muchos años en África. Está ubicada en Clapton Hill, una pequeñísima aldea al lado de Bourton on the Water que resulta el punto de partida ideal para visitar toda la zona.
Mis hijas no pudieron disfrutar más, desde el primer día se sintieron como en casa, pero cuando descubrieron la casita del árbol llena de juguetes que Mike había construido para sus nietos y que amablemente nos prestaron, aquello se convirtió en la mejor manera de terminar el día antes de cenar. Si algún día visitáis los Cotswolds, apuntaros este alojamiento, de verdad.
Hasta aquí os doy toda la info sobre el viaje, que muchos me habéis pedido. Si queréis saber cualquier cosa, ¡no dudéis en consultarme!
Fotos: Ebomonline en Instagram
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