Liberty Media disfrutó de la buena voluntad de los fanáticos y del otro lado del paddock después de hacerse cargo de la Fórmula 1 y de expulsar al ex supremo Bernie Ecclestone, pero la luna de miel terminó cuando los estadounidenses comienzan una segunda temporada a cargo.
Se ha hablado mucho de poner a los fanáticos en primer lugar, con más participación en el hipódromo ya través de las redes sociales, y desarrollando una estrategia digital para aprovechar nuevas fuentes de ingresos y captar nuevas audiencias.
Sin embargo, las grandes preguntas aún no se han respondido. El deporte tiene que tomar decisiones elementales sobre lo que quiere ser, y las reglas que debe cumplir una vez que expiren los contratos actuales a fines de 2020, y las nubes de tormenta se estén acumulando.
"Liberty tuvo un primer año positivo, hicieron muchas cosas buenas en todo el deporte", dijo el jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, a los periodistas durante las pruebas de pretemporada en Barcelona. "Pero mucho de eso es escaparate, no se trata de los fundamentos del producto".
"Los próximos 12 meses van a ser cruciales para la FIA (gobernante) y para Liberty, donde deben estar en sintonía y luego presentar lo que quieren hacer y lo que ven en la Fórmula Uno a partir del 2021".
Para ser justos, las manos de Liberty están sujetas a los acuerdos existentes con los equipos y la FIA que cubren la distribución de los ingresos, cómo se ejecuta el deporte y qué tipo de motores se utilizan.
Pero ahora la Fórmula Uno debe decidir cuál es la mejor manera de equilibrar la tecnología y el entretenimiento, y qué tan nivelado es el campo de juego que realmente quiere.
Ferrari, el equipo más antiguo, más glamoroso y exitoso que obtiene más dinero que cualquier otra persona, ya amenazó con retirarse si no les gusta la dirección que toma el deporte.
Feroces rivales en la pista, ellos y los campeones Mercedes están estrechamente alineados en cuestiones financieras y motores, suministrando a seis de los 10 equipos.
"Los dos tenían la posición dominante, los ingresos y los motores, y creo que los dos tratarán de protegerlo ferozmente", dice el director ejecutivo de McLaren, Zak Brown.
"En la primera mitad del año necesitamos tener 2021 bloqueado, porque los grandes equipos como nosotros vamos a tener que adaptarnos a estas nuevas reglas potenciales y eso lleva tiempo".
El presidente ejecutivo de la Fórmula Uno, Chase Carey, dijo este mes que creía que había "alineación en los objetivos generales, pero tenemos que encontrar los compromisos correctos mientras trabajamos en los detalles".
Dijo a los analistas después de los resultados del cuarto trimestre de Liberty, sin embargo, que la estructura de gobierno de la Fórmula Uno era "un poco más engorrosa de lo esperado".
El enfoque ha sido sentar las bases para el crecimiento de lo que Carey llama "una tremenda franquicia que no ha estado logrando su potencial".
Este mes se lanzó una nueva oferta de TV de Fórmula Uno, y Liberty ha invertido en investigación y marketing, así como en eSports para atraer a un nuevo y más joven grupo demográfico.
Eso también ha significado que los equipos reciban menos dinero, ya que se gasta más en desarrollar el negocio y organizar eventos especiales.
Los fanáticos, como Carey y otros gerentes declaran con frecuencia, son los primeros, incluso si algunos experimentos como traer al gran locutor de lucha Michael Buffer para presentar a los pilotos en el Grand Prix de EE. UU. En Austin obtuvieron críticas mixtas.
Ecclestone, todavía empleado asalariado de Fórmula Uno, pero ahora en un rol no específico de empírico, tenía una opinión diferente sobre el negocio.
"¿Los seguidores? No sé quiénes son los fanáticos ", dice el piloto de 87 años, que analiza el cambiante paisaje en las oficinas centrales de Londres desde donde una vez dirigió el deporte. "Liberty, de lo único que quieren hablar es de los fanáticos ... Solía llamarlos clientes".
Cuando comience la temporada en Australia el 25 de marzo, los televidentes verán nuevos gráficos, ángulos de cámara y sonido. Las ciudades sede también deberían ver más de un zumbido.
Cuatro festivales de admiradores de la ciudad se planean a lo largo del año, construyendo uno en el centro de Londres la temporada pasada antes del Gran Premio de Gran Bretaña.
"Estamos entusiasmados con la oportunidad que tenemos frente a nosotros, tenemos mucho que hacer", dijo Carey. "Pero creemos que estamos en camino de cumplir la promesa de Fórmula Uno para sus fanáticos, socios y accionistas".
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