LAS VENTAJAS DE HACER UN VIAJE (O MÁS) SOLO/A

¿Has pensado alguna vez en hacer un viaje solo/a? Olvídate de todos los que te dicen que es una locura y lánzate a la aventura de conocerte mejor y cumplir tus sueños.

Son muchas las trabas mentales que nos ponemos (y nos ponen los demás) para no realizar un viaje sin la compañía de alguien conocido. Sin embargo, nos aventuramos a decir que una travesía contigo mismo/a por un país especial es una experiencia que todos deberíamos vivir.

Huye de la idea de soledad, miedo o fracaso. Apuesta por relacionar esta preciosa aventura con palabras como superación, sueños y descubrimiento porque, sin duda, se acercan mucho más a definir lo que supone viajar solo/a.

Más flexibilidad, busca tu ritmo y síguelo


Descubre la liberación de ataduras que supone disfrutar de un viaje tal y como quieres y necesitas. Viajar con conocidos supone sacrificar planes y actividades que estaban en tus pensamientos. Busca tu propio ritmo y disfruta de hacer el viaje que siempre habías pensado, imaginado y deseado.

Descubre la emoción de interactuar con desconocidos


Se puede viajar completamente solo o en un grupo formado por personas que buscan y esperan lo mismo que tú. En los dos casos descubrirás lo emocionante que es realizar el camino junto a personas que no conoces pero que te ayudarán a crecer y con las que, probablemente, te sentirás muy identificado/a.

Viajar solo/a


Viaja a ese lugar al que siempre has querido ir


Seguro que tienes en mente algún viaje ideal pero nadie de tu alrededor se muestra muy interesado en acompañarte. Pero los sueños están para cumplirse. Si ni entre tu familia, amigos o pareja encuentras compañero ideal es hora de optar por liarse la manta a la cabeza y hacer esta pequeña locura.

Busca en tu interior, conócete, encuéntrate


Es difícil explicar la sensación y evolución interior que supone viajar solo/a a alguien que no ha vivido la experiencia. Podríamos resumirlo como un proceso especial y espiritual gracias al que consigues conocerte mejor. Además, encontrarás eso que está fallando en tu interior para afrontarlo desde la calma y la paz que supone disfrutar de un diálogo contigo mismo/a. Las conversaciones con tu yo interno convertirán el viaje en algo más que un simple camino físico.

Viajar solo/a


Huye de la rutina


La rutina no solo son las actividades o trabajos que realizas a diario. Las personas que forman parte de tu día a día también son rutina. Lanzarse a este tipo de aventura permite refrescar los ambientes en los que nos movemos y que nos saturan. Esto se puede extrapolar a las relaciones de pareja donde, de vez en cuando, se necesita tiempo para uno mismo. Volverás tan renovado/a que afrontarás los problemas, obstáculos y la rutina de una forma mucho más positiva. Y es que solo si estás en paz contigo mismo/a podrás estarlo con los demás.

Fuente: este post proviene de Retiros Espirituales, donde puedes consultar el contenido original.
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Etiquetas: Viajes y Retiros

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