Obra de Alena Symchonak
Desde que en su infancia su madre le animase a pintar, nunca ha dejado los pinceles. En sus inicios dibujaba todo el día e incluso tenía un gran interés por el diseño de interiores. Pero su corazón, afortunadamente, pertenecía a la pintura y es ahora cuando ha logrado el reconocimiento internacional que se merece gracias a las colecciones que ha expuesto en todo el mundo.
Sus obras son tan veraniegas que dan ganas de darse un buen chapuzón en esos mares de espumosas olas o de broncearse al sol bajo una de esas coloridas sombrillas. ¿Conocías su trabajo?
El mar y la playa que pinta Alena
Ya solo quedan 3 domingos para que sea verano. De momento, disfrutemos del final de la primavera, porque cada estación tiene su propia magia.