Se trata de un pequeño archipiélago que fue descubierto en el último viaje de Cristóbal Colón a las Américas y que hoy en día constituyen un precioso paraíso para desconectar unos días y buscar el placer de la playa, de una cultura y gastronomía sin igual y de unas gentes alegres y hospitalarias.
Sus extensas playas casi vírgenes de arena blancaconstituyen un reclamo turístico sin igual, pero además hay que destacar su interesantísimo fondo marino atractivo a cualquier amante del submarinismo, y sus paisajes rebostante de vegetación que hacen que cada foto sea prácticamente una bella postal.
Además, es un territorio todavía por conocer, a pesar que sus tierras llevan habitadas desde hace siglos, con aproximadamente 7 mil habitantes según el último censo. Los lugareños destacan que estas islas fueron siglos atrás escenarios de naufragios de barcos pirata y que en las profundidades del mar que las rodea, se pueden todavía hallar tesoros de un valor incalculable aún sin descubrir.
Los hallemos o no, seguro que este paraíso nos sienta a todos fenomenal. ¿No os parece? Os dejo con un vídeo con decenas de fotos de infarto:
Fuente: Bigcornisland.com