Es muy difícil elegir 10 portadas y son muchos los factores a evaluar: qué es más importante, ¿su historia o lo que significó en su momento? ¿El concepto que representa o la ejecución gráfica? ¿Se puede separar esta la portada del contenido musical? A todas esas reflexiones se ha enfrentado José Antonio Mesones, más conocido como Goster (@goster) experto en diseño y dirección de arte de portadas musicales, para completar esta lista relevante, personal y honesta.
Goster tiene más de 20 años de experiencia profesional y ha sido nominado en 3 ocasiones al Grammy en la categoría “Best packaging recording”, además de haber recibido numerosos premios por su trabajo como diseñador de portadas de discos.
Aquí está su top 10:
1. The Beatles. White Album.
Presentar un álbum como este en 1968, sugiriendo una propuesta “sin contenido”, declarando que la portada no importaba porque el contenido lo era todo, fue una verdadera declaración de principios. El repujado con el nombre de la banda es algo muy simple pero a la vez hermoso y sofisticado y los insertos con los retratos de los integrantes y el hecho que la portada sea numerada como si fuera una obra de arte termina de cerrar el círculo. 2. Public Image Ltd. Metal box.
John Lydon y compañía se lanzaron en una especie de lata de película que contenía el logo de la banda, repujado. No sé si de alguna manera querían proyectar un halo cinematográfico al disco o una suerte de soundtrack experimental de película de ciencia ficción.
3. Velvet Underground & Nico.
Esta famosa tapa diseñada por Andy Warhol, el mecenas de la banda, en la que, literalmente, podías pelar el plátano de la portada y ver su pulpa rosada, revelaba las ganas de ser irreverentes, directos y confrontacionales. 4. Father John Misty. Pure Comedy.
La versión deluxe de la edición de este disco en vinilo es un maravilla. En la portada están los magníficos dibujos de Edward Steed, donde se burla de todo con su extraña estética. Figuras extrañas representando rituales contemporáneos dónde dejan en evidencia lo absurdo que podemos ser los humanos. Todo un homenaje al Bosco. Y por si fuera poco podemos jugar a intercambiar los cielos para darle otro matiz a la escena. 5. Spiritualized. Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space.
Me encanta el concepto de una caja de medicamentos porque de alguna manera sugiere el poder curativo de la música. Su ejecución gráfica es fantástica. Incluye la posología con la dosis y los discos envueltos en un blister.
6. David Bowie. Next Day.
Siempre se esperaba mucha originalidad en sus lanzamientos y esta vez llegó pero de una manera muy distinta. Después de 10 años de inactividad, esta portada jugó con la intriga. La idea de retomar una de las portadas más emblemáticas como “Heroes” pero con la cara tapada con un rectángulo blanco fue muy divertida. 7. The Police. Ghost in the Machine.
Cuando tenía unos 12 años y vi por primera vez el disco, me pareció alucinante la capacidad de síntesis para representar a los miembros de la banda. La ejecución de los relojes digitales en aquella época, 1981, era toda una novedad.
8. Joy Division. Unknown Pleasures.
Esta portada es hipnótica. Muestra una imagen aparentemente simple que parece una cordillera. Pero en realidad se trataba de ondas de radio del pulsar; es decir, era el resultado de lecturas astronómicas. También me parece genial la decisión de Peter Saville de no tener ni el nombre de la banda ni del álbum en la portada. 9. Beck. The Information.
Qué más se puede pedir que una portada en la que uno mismo, con algunos alcances ya dispuestos por el diseñador, pueda intervenir y participar. Los stickers fueron encargados a diversos artistas gráficos y son tan geniales que es casi imposible que la tapa te quede mal. 10. Pixies. Doolittle.
Obra de Vaughan Oliver, icónico diseñador de los discos de 4AD. La portada hace referencia a uno de los grandes temas del álbum, “Monkey gone to heaven”. Me parece muy atractiva esa mezcla de descontrol punk, exploración gráfica y geometría. Encuentro un balance exquisito entre la improvisación y el pensamiento más racional que representa muy bien a la música.
Bonus Track
Beastie Boys. Pauls Boutique.
Es alucinante esta portada en la que poco a poco vas descubriendo toda la panorámica de la cuadra mientras despliegas los cuatro cuerpos que tiene el disco. La puedo mirar por mucho rato y siempre encuentro nuevos detalles, como los discos de Modern Lovers y Al Green que se encuentran en la tienda. David Bowie. Black Star.
En su edición en vinilo funciona de una manera muy potente. Una forma simple y simbólica de la estrella calada deja ver el disco. Todo en diferentes tonos de negro. El papel, el barniz sectorizado y el propio vinilo le dan varios matices y
profundidades.
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