Amante del silencio, los cristales y el terciopelo, esta directora creativa y fotógrafa, a menudo se enfoca en retratar manos y rostros con cierta oscuridad, buscando reflejar lo que exactamente está viendo, generando imágenes cromáticamente fuertes, definidas pero con un toque de incomprensión, con una historia dentro de cada una.
Más allá del color o los conceptos detrás de su trabajo, Marta precisa despertar el sentido de nuestro ser en el mundo, la relación con la naturaleza, el vacío interno, al frágil sentido de la belleza y la búsqueda de la perfección; tópicos que ha ido perfeccionando gracias a la influencia de artistas como Lars von Trier, Brooke DiDonato y Terrence Malick, y la han llevado a publicar en medios como Huffington Post, MarieClaire y LOfficiel. Aprovecha el morbo, el interés y la lujuria del espectador para acentuar sus fotografías ya detalladas:
"Hay personas que me preguntan ¿Qué pasó con los ciervos en el camino? o ¿Qué hicieron tus amigos después de ese beso?, ¿Por qué hay sangre en la nieve?"... Las personas sienten curiosidad por saber qué está sucediendo realmente, cuando la mayoría de las veces sucede algo obvio, pero nadie lo sabe, y cada persona crea su propia historia basada en sus necesidades emocionales". Todas las imágenes pertenecen a Marta Blue.