El corazón se hiere.
La calma se agita.
Nos convertimos en rehenes.
La vida se marchita.
La confianza se pierde.
El amor se contamina.
Nunca nadie la merece,
pero todos la practican.
Las relaciones se terminan.
Solo queda un mal recuerdo.
Siempre hay una mentira,
y siempre habrá un pendejo.
Lírica Anon.