Todos tenemos ídolos o puntales de referencia en nuestras vidas. Unos son hermanos mayores, otros el líder de la pandilla, los hay que afortunadamente, como es mi caso, (ganando puntos) es su pareja, por no citar aquellos que tienen líderes políticos como referentes, cosa rara, pero que también los hay.
Yo tuve ídolos y los tendré, pero en esta semana que acaba, y que me perdonen los sanitarios, militares, policias y miles de personas más, que no son ídolos, sino dioses que han venido a ayudarnos, pues el caso, es que mi ídolo no es otra que la simpática cajera del súper con la que cada 4 o 5 días cruzo 20 palabras, no mas, ¡Pero de una intensidad!
Jamás en su vida ella imaginó que iba a ser una pieza tan clave en el vivir cotidiano. Cobra tal vez mil euros, sigue ejerciendo su trabajo diario rutinario, cansino a veces, monótono las más, y todos los días enfundada en su mascarilla, con guantes y con la mejor de sus sonrisas cumple su misión, que no es otra de atendernos y llevar yogures, leche y bolsas de patatas fritas (muy recomendables en estas épocas) de un lado de la caja al otro lado, certificando su paso por la máquina de registrar. Y todo ello con la mejor de sus sonrisas, como ya digo, y encima, seguramente, sin ver a su novio recluido en otro piso alejado del suyo y con el que habla por whatsapp, alguna que otra vez, en las horas de trabajo. Pero ella trabaja sin parar, sabe que tiene que hacerlo y lo hace.
Por eso, cuando finalice toda esta mierda del virus que nos está trastornando y matando, sería bueno replantearse ciertos asuntillos sobre la validez total o parcial de profesiones varias. Porque creo, que sin jueces, banqueros, intermediarios, futbolistas y políticos, a lo mejor, y que me perdonen los jueces, pero creo que podíamos vivir. Mal, pero viviríamos. Ahora bien, sin sanitarios, fuerzas de seguridad del estado y cajeras de supermercado, agricultores y ganaderos y pescadores, y otros cuantos, tal vez esto sería un sin vivir. No, no me olvido del gasolinero.
Ni tampoco de los que hacen respiradores o mascarillas. Como la empresa Escribano o mi sobrino Pedro Landín, que ha estado haciendo mascarillas. Gracias.
Y también, para finalizar, es justo decir, que sin escritores de blogs semanales, sería incluso muy difícil nuestra existencia. Ponga un blog en su vida. Ya no sabe qué hacer uno para hacer publicidad. Venga, anímate a leer mis novelas por kindle NOVELAS SANTI. Por cierto, en mes y medio he vendido 4 novelas. Alcanzando nivel Vargas Llosa de ventas.
Bueno, sin partidos de futbol, es también jodido vivir. A ver cuando pasa el temporal y comenzamos a hacer quinielas. En este internamiento, me he tirado una semana haciendo simulacros, pruebas y descubriendo fallos en lo que va de temporada y lo encontré...tengo ya método. Un método que puede ser ganador. Así que estoy deseando probarlo cuando se inicie la liga. ¿Me ayudas? PEÑA TINTO DE VERANO.
Bueno, esto era un comentario de sábado, pero lo realmente importante, y no se nos olvide, es que Alvaro, Pepe, la madre de Carlos y Fernando salen adelante. No, kadelo no pudo. Mierdas. DEP, un gran tipo, una gran persona. Te echaremos de menos. Eso es lo importante, que nos estamos enfrentando a la vida y a la muerte. Millones de gracias a los sanitarios y por supuesto a la cajera que me cobra la cerveza. Vamos!!!