Jueves reflexivo: tiempos de cambio

Reflexión del jueves: es momento de cambios

Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal va la semana? La mía muy bien, para mí empezó elmartes, y lo hice renovada.

Yo estoy con mi compañía gatuna, con un café y todo está en silencio. Dentro de poco empezará la actividad, así que aprovecho para escribir. Y ahora, sin más rollo, empezamos.

Últimamente me ha dado por pensar en la adaptación. Por mucho que digamos, pienso que las personas nos adaptamos con relativa facilidad a las situaciones.Por ejemplo, cuando yo era pequeña, en Semana Santa disfrutábamos mucho. El domigo de Ramos, con nuestra ropa nueva, visitábamos a los padrinos y nos íbamos a comer con mis padres, tíos y abuelos a algún pueblo cercano. Y un par de días después recibíamos el bollo, que nos encantaba.

Además, siempre hacíamos alguna escapada original entre Jueves Santo y el domingo de Resurrección. Hace 35/40 años no estaba de moda el turismo rural, pero a mis padres les encantaba ir a pueblecitos y buscaban las opciones(era difícil, sin Internet). Un año nos fuimos a Somiedo, otro a Oseja de Sajambre(pasar el Puerto del Pontón siempre me emociona), otro a Los Picos de Europa, a un hostal que hoy en día es muy conocido...Varios de esos sitios, actualmente, están de moda, pero cuando íbamos nosotros estaban tranquilos y nos dedicábamos a hacer excursiones. Una vez investigamos una cueva, improvisando antonchas. Otras veces bebíamos el agua de las cascadas, encontramos un pájaro carpintero recién nacido...

Cuando el turismo rural se puso de moda y todo estaba saturado decidimos hacer excursiones. Una de ellas era para ver alguna procesión de Semana Santa original(y hasta hace dos años mantuvimos la tradición), otra a alguna ciudad de Asturias, Cantabria o León que nos apeteciese, y el resto a lugares que íbamos descubriendo. Y claro, no faltaban las citas asturianas: "El bollu" en Avilés y los "güevos pintos" en Pola de Siero. Durante dos años fui de viaje de estudios, enel instituto buscaban días no lectivos para que no perdiésemos clase, así que solo pasaba el domingo de Ramos en familia, el resto no, pero me divertía enormemente en esos viajes en los queme sentía mayor, conociendo Europa.

Supongo que con tanto aliciente siempre he encontrado el puente de Semana Santa muy renovador.

Con mis hijos mantuve más o menos las tradiciones, la entrega de palmas y bollos era en la finca de mis cuñados, con muchos niños, y las excursiones eran parecidas, aunque mis padres solo venían a una o dos. Cuando faltaron mis abuelos no fue lo mismo, pero seguimos disfrutando.

Sin mi padre ya cambió todo, pero aún así seguimos haciendo muchas cosas, y sin mi tío, que era mi padrino...seguimos disfrutando y recordando a los que faltaban.

El año pasado no solo faltó mi madre, es que estábamos en casa, no nosotros, todo el mundo. No existió Semana Santa, casi no existió la primavera. Y nos adaptamos. Hice mis torrijas y procuramos distraernos.

Y este año no hice grandes excursiones. La mayor parte del tiempo estuve en la finca, bajo los cerezos en flor(dejé vídeos en facebook), viendo gavilanes y escuchando a los petirrojos. Estuve leyendo, plantando, regando y haciendo manualidades. Tuve que volver a casa antes de las diez, como a los quince años, y curiosamente, a pesar de todo lo que me faltó, me lo pasé bien. No dediqué ni un segundo a pensamientros intrusivos que me recordasen que me falta gente y que además no se puede viajar. Y es que al final, nos amoldamos a lo que tenemos.

En mi caso, me gusta la improvisación, así que suelo adaptarme bien. Bueno, me gusta la improvisación excepto en una cosa: la comida. Soy incapaz de salir de casa sin tener la comida hecha. No podría estar por ahí sin saber qué voy a comer. Una cosa es salir a comer, pero si voy a comer en casa, la comida tiene que estar hecha y la cena planificada y adelantada.Me encanta salir hasta que es de noche, y llegar a casa y tener la cena hecha. No podría disfrutar si estoy por ahí y tengo que llegar a casa y ponerme a cocinar. Cuando era pequeña siempre salíamos hasta tarde, en verano, sin prisa. Pues si la idea era cenar en casa(a veces cenábamos en un bar, en la finca, en la playa...)mi madre, antes de irnos, ya dejaba algo preparado. No es necesario complicarse, podía ser una tortilla, o bonito en salsa de tomate, un pescado al horno, canelones...algo que solo tuviésemos que calentar.

Y después de este momento marujil os diré que, ya que hablamos de cambios, últimamente estoy saliendo mucho por las mañanas con mi hermana. Por semana, ya que ella tiene las mañanas libres, paseamos con una perrita recogida. Y nos metemos unas caminatas...ayer paseamos por la playa, yo corrí como una loca, y nos fuimos a mi parque preferido, y luego paseamos por otra zona diferente. Y esos momentos de hermanas se disfrutan mucho. Salgo sin prisa(dejo la comida hecha) porque mis hijos y mi marido llegan tarde a comer.

playa

Ayer por la mañana la playa estaba muy tranquila y relajante

Esta nueva costumbre es también una forma de adaptación, y no solo por la perrita, también porque mi hermana antes no tenía las mañanas libres, de hecho los videos que comparto de risas familiares son por la tarde porque ella trabajaba por la mañana. Así que ahora hacemos planes de hermanísimas y nos reímos...

Ayer yo estrené una colonia fresca que huele parecido a Álvarez Gómez. Me la había regalado ella hace tiempo, era una edición limitada de la marca Cesar Imperator, y era unisex y fresquita. Pues nos pasamos gran parte de la mañana, cuando había ráfagas de aire, diciendo que olía muy bien. Y nos preguntábamos qué o quién sería. Y en una de estas ella notó que era yo, y recordé que había estrenado la colonia que me había dado. Fue una situación muy tonta, y no podíamos parar de reír diciendo que las bocanadas de aire embriagador no eran tan desconocidas como parecían. Si, estamos muy mal.

Estoy divagando un poco, pero vamos, en resumen, que aunque la vida nos ponga obstáculos, en la mayoría de los casos, los vamos sortenado. Y en medio de esos giros y saltos que hacemos para sortearlos, podemos encontrar instantes de felicidad. Entonces toca cogerlos y saborearlos. Y cuando todo se vuelve negro, podemos agarrarnos a esos momentos para coger impulso, o simplemente para no caer.

Bueno, no sé muy bien cómo seguir, así que me despido por hoy. Mil gracias por leerme y nos vemos el sábado con el resumen semanal y un especial.

Muy feliz jueves.

Fuente: este post proviene de Pequeños trucos para sobrevivir a la crisis , donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Recomendamos