Jueves reflexivo: de todo un poco

Reflexión del jueves: de todo un poco

Hola a todos y bienvenidos. Hoy es jueves y toca el post reflexivo e improvisado, así que, sin más rollo, empezamos.

Os decía en la entrada que publiqué el martes que estoy sin teléfono, espero que lo arreglen pronto pero de momento estoy sin él. Pues estoy feliz. Si le pasa algo grave a mi familia directa pueden llamar a mi marido, a mis hijos, a mi hermana...incluso me pueden escribir por Facebook que lo miro por la noche en el ordenador. Pero me siento liberada.Estos días mi hermana ha tenido unos días libres (compensatorios por festivos trabajados en 2023) y algunas veces hemos pasado la mañana en la finca. Los días de lluvia dentro de la casa, haciendo semilleros en mi rincón de la felicidad, rodeadas de esquejes, macetas con plantas que se están recuperando y hierbas que están secando. Si cierro los ojos me siento un poco como en la peli "Prácticamente magia".

Y los días soleados hemos hecho semilleros en otro rincón que me encanta, con los rayos calentando nuestra cara, con ese sol de invierno que tantas veces me ha consolado.

mimosa


Ya he contado por aquí mil veces el miedo que me da febrero, pero curiosamente es un mes que me ha dejado siempre muy buenos momentos. En Carnaval (os lo conté aquí y comparto bastantes fotos de mi infancia) siempre he disfrutado mucho, por ejemplo. Pero si hay un olor que me transporta es el de la mimosa. Huele a adolescencia, cuando cogíamos grandes ramos que decoraban la casa y yo metía pequeñas cañitas entre las páginas de mis libros de texto o en mis diarios.

jarron-imita-barro


El otro día, mientras volvíamos a casa por carreteras bordeadas de árboles, le dije a mi hermana que estaba todo precioso con flores blancas y rosas, pero ya apenas quedaban mimosas. Y ella me dijo: Claro, es que es muy efímera. Y yo creo que ese es el secreto de su belleza, o de mi amor por ella. Si tuviese mimosa durante todo el año, seguramente no me gustaría tanto ni anhelaría oler su perfume.

mimosa


Pues una de esas mañanas apacibles, estando con mi hermana, y el último día de vida de mi móvil, intentaron estafarme. Estaba yo tan tranquila y me llama mi marido para decirme que mi hija le había dejado un mensaje diciendo que se le había caído el teléfono y tenía que hablar con ella en un número que me aportaba.

Me extrañó mucho por dos razones. La primera es porque en mi familia nadie molesta a una persona que está trabajando por tonterías, debería haberme avisado a mí. Y la otra, mi hija está estudiando (nunca para de formarse, dice que no parará jamás) y estaba de prácticas, y me había dicho que iba a estar sin cobertura, que por favor no avisara a los Geos que iba a estar bien.

Sorprendida añadí el número que me había dictado mi marido y dije, en un whatsapp: Hola, me dice papá que te hable por aquí.

Me responde que se le ha caído el móvil y necesita hacer un pago, que no va la app del banco y que le mande una foto de mi tarjeta por delante y por detrás.

Mi hermana estaba allí y me dice: no es ella, tu hija es como tú y no pide ayuda ni relega, intentaría arreglarlo de otra manera.

Por otro lado, mi hija no suele llamarme mamá, usa otro nombre que usaba de pequeña y me hace gracia, pero pensé que el teléfono era de algún compañero del curso y le daría vergüenza. Intenté llamarla pero no tenía cobertura, así que llamé a mi marido y le pedí pantallazo del mensaje.

No era whatsapp, era sms. Mi hija no usaría algo que cuesta dinero de otra persona. Ni era su forma de hablar, ella no diría se me ha caído (ni pondría ese ha sin h), diría se me cayó.

Como soy un poco dramas tenemos unas palabras en clave, para saber si es ella quien me escribe, y le pregunté algo que otra persona no puede entender. Y nunca más volví a tener respuesta. Hice pantallazos y me los envié por Telegram, por si acaso. Cuando se lo conté a mi hija se quedó perpleja, y vio lo útil que fue mi idea de tener nuestros códigos.

estafa


estafa


Y poco a poco nos acercamos al final. Ahora mismo voy a desayunar, y desde hace un tiempo lo hacemos con la tele, algo que nunca hemos hecho, la verdad. Pero de casualidad vimos que a primera hora, en una cadena, vuelven a emitir The walking dead, y hemos vuelto a picar. Lo veo con cierta nostalgia, porque muchos capítulos los veíamos con mis padres, aunque fuese lunes. Emiten dos, o tres, no sé, pero nosotros vemos uno, y no nos importa perdernos el último porque lo repiten a la mañana siguiente, así que vamos al día. Imagino que para mucha gente será desagradable desayunar viendo como los zombies devoran a la gente, pero nosotros somos así de raros, jajajaja.

Y ahora ya me despido, hoy es un día que quiero disfrutar con la familia. Mil gracias a todos por leerme y nos vemos el lunes con algún tema nuevo.

Intentaré pasarme por vuestros blogs. Muy feliz jueves.

Fuente: este post proviene de Pequeños trucos para sobrevivir a la crisis , donde puedes consultar el contenido original.
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