Inexorablemente viejo

Pelo blanco, mente lenta.
Verbo al que le cuesta nacer.
Camino de arena y piedras,
esperando en un banco para reposar.
Sentarse y contemplar.
Cómo pasa la vida, tan gritando.
Cómo llega la muerte, tan despacio.
Ojeras desfiguran mi mirada.
Tiempo pesado sobre mis espaldas.
Sentarse y contemplar, de nuevo.
Antes del camino final.
Decir adiós sin volver la vista atrás.
Todo está hecho ya.
¿Qué queda ahora por reclamar?
La vida sigue, para otros, que la viven ya.
¡Llenos de euforia quiero dejarles ya!

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