Repaso por lo mejor que nos dejó marzo
Hola a todos y bienvenidos un día más. Aunque aún quedan un par de días de marzo pero este mes tengo tantas, pero tantas fotos, que lo hago ya.El año pasado marzo fue horrible. Lo fue para todo el mundo por la situación, pero en mi caso, para colmo, estuvimos de duelo y enfermos. Así que este año todo nos ha parecido estupendo, hasta el plan más sencillo nos supo a gloria.
Algunas fotos las compartí en RRSS y otras son inéditas. Al igual que en los seis años que llevo con esta sección, todas son hechas por mí, en marzo, y están sin retocar.
Y ahora, sin más rollo, vamos a por el mes.
Este mes ha estado marcado por el amanecer y también por el atardecer. Algunos días madrugamos y vimos salir el sol, y otros aprovechamos hasta que el sol se fue a dormir. Y yo empiezo el resumen con un amanecer junto al mar, de los que me gustan, en los que alguien quiere saludar al sol haciendo surf.
También fue el mes de la explosión de la naturaleza. Las violetas asomaban tímidas.
Y las ardillas sacaban tesoros de sus guaridas en los árboles. En RRSS compartí algunos vídeos, son tan preciosas y se acercan tanto. No se ve muy bien, pero estaba cerca, cerca.
Con las primeras luces redescubrimos rincones que nos subyugan.
Y nos dejamos acompañar por las palmeras, altas y esbeltas, que daban los buenos días.
Los cisnes quisieron derrochar un poco de su belleza bajo el sol del mediodía.
Charlar con la ciudad a nuestros pies también es un aliciente. Si nos fijamos, al fondo, en las montañas, hay nieve.
Como lo es deleitarnos del monumento más famoso de Gijón desde distintos ángulos. A veces lo vemos sobre el mar.
Y otro día preferimos verlo entre búnker y fortalezas(os los presenté aquí.
Y claro, si estamos en una fortaleza hay que echar un vistazo a los cañones.
En marzo celebramos el nacimiento de muchas aves, todas preciosas, como estos ánades.
A veces nos escapamos a zonas cercanas, a disfrutar de una explosión de colores para celebrar que ya es primavera.
O contemplamos vías de tren, preguntándonos dónde terminarán.
Es curioso, os he mostrado muchos rincones de mi ciudad a lo largo de estos años, pero creo que nunca había sacado "les lletrones", con lo famosas que son.
Y volvemos a pasear al amanecer, de nuevo junto al mar.
¿Os gustan las estaciones de tren? Esta no tiene demasiado encanto, las otras que tuvimos eran preciosas, pero me trae buenos recuerdos y eso siempre suma.
Este año no pudimos celebrar el 8 de marzo como se merece. A mí SI me representa, y como pequeño homenaje traigo este precioso banco.
Algunas mañanas me escapé a otro de mis parques preferidos. Porque un picnic sencillo, en buena compañía y bajo el sol de marzo siempre es un gran plan.
En todas partes hay rincones con encanto. Esta carretilla bajo el árbol me enamoró.
Y enamora también ver un cenador recubierto de glicinas.
O contemplar de cerca a este precioso gorrión.
Gran parte de mis mañanas las pasé en la playa, que me llena de paz. Y de nuevo los surfistas nos acompañaron.
Y otras en lugares llenos de contrastes: cielo azul, árboles desnudos, árboles de hoja roja, verde...contrastes.
El centro de la ciudad siempre sale por aquí, porque siempre encuentro algo para compartir, ya sea un edificio modernista, una iglesia cargada de historia o un caserón lleno de vivencias, que es en realidad un palacete diseñado para su dueño(Ladislao Menéndez Bandujo) por don Manuel del Busto, un referente del modernismo en mi ciudad.
Y vuelven los amaneceres bonitos.
Y los prados verdes que se extienden ante nuestros ojos.
Y los paseos siguiendo una vieja vía de tren.
Y me voy con uno de mis monumentos preferidos, deseando que abril sea mágico y especial. He tenido abriles realmente inolvidables, ojalá este sea uno de ellos.
Muchas gracias por leerme y nos vemos el miércoles con algíun truco.
Feliz semana.