Declarada monumento nacional en 1982, esta iglesia barroca tiene en su fachada un retablo en el cual se representa al arcángel San Gabriel luchando con un dragón.
Cabe destacar que pudimos visitar su interior gracias a la amabilidad de sus parroquianos. Ojala todas las visitas a iglesias fuesen tan agradables. Un lugar muy recomendable tanto por la iglesia como por sus gentes. Nos llevamos un grato recuerdo.