Ibiza es un lugar que recibe gran afluencia de visitantes cada verano, lo que supone una importante fuente de ingresos que hay que mantener, por eso es necesario para los dueños de los negocios cuidar su imagen en todos los aspectos. Si en un post anterior veíamos que en las tiendas se mimaba al máximo su decoración, los bares y restaurantes no iban a ser menos. Así que os traigo una recopilación de los que más me han gustado de los que he visto y que he podido fotografiar cuando se daban las condiciones idóneas de luz para conseguir un buen resultado. Y me temo que son poquitos en relación a todos los que hay en la isla, pero así dejo el resto para que os recreéis si la visitáis algún día.
Desde la parte del puerto en la zona conocida como Dalt Vila hasta la orilla de la playa, pasando por algún pequeño pueblo de interior, los podemos encontrar para deleite de nuestra vista y especialmente de nuestro paladar.
Concretamente al borde del mar en Cala d’Hort nos encontramos con este restaurante donde se combinan a la perfección la piedra y la madera para darle un aspecto rústico y cálido a la vez.
En Dalt Vila, que es como se denomina la zona del interior del recinto amurallado de la ciudad y el castillo, nos topamos con este otro de aire romántico conseguido gracias a la combinación de colores como el blanco y el rosa. Las mesas se montan en la calle que hace las veces de terraza, como en la gran mayoría de bares y restaurantes y es que en verano donde más apetece estar es en el exterior, disfrutando de la noche y del ambiente de las calles.
Más ejemplos más de restaurantes al aire libre. Estos los encontramos bajando del castillo, en el barrio de la Marina, frente al puerto.
Ya fuera de Ibiza ciudad, en Santa Eulália que es otro municipio costero importante de la isla, vemos este restaurante italiano con una decoración muy chic; colorida y cuidada hasta el último detalle.
Por último, una muestra de lo que nos podemos encontrar en los pueblos de interior, que también tienen su encanto pues están rodeados de un paisaje de montaña típicamente mediterráneo.
Este restaurante lo vi de pasada y no me pude resistir a fotografiar su exterior porque me encantó. Su tipo de decoración no tiene nada que ver con el de la costa porque tampoco el paisaje que lo envuelve, su ubicación, la forma de vida de sus habitantes y su “concepto” en general, tienen nada que ver. Se trata de la zona de interior de la isla, la Ibiza rural de los “pagesos” que habitan en sus casas rodeadas de campos de olivos, algarrobos, almendros, frutales…
La fachada blanca combinada con la piedra al igual que en el murete, la carpintería de madera oscura, las rejas de hierro, las macetas de terracota, los toneles, el mobiliario de madera natural envejecida por el paso de los años y su continua exposición a la intemperie, etc. hace que el establecimiento se integre adecuadamente en el ambiente que lo rodea.
Y de momento hasta aquí algunas pinceladas más de la isla pitiusa.
Viendo las imágenes me dan ganas de volver…
¡¡¡Feliz Semana!!!