Y de nuevo os traigo una guía dulce de Escandinavia y algo más. El post de hoy es muuuuuy extenso y tiene un poquito de mí, de mi pasión por los viajes y por Noruega. Hoy no os traigo una recet. Esta vez os contaré sitios interesantes para visitar en Oslo y además los mejores lugares para hacer compras reposteras. Este fin de semana mi marido y yo hemos hecho un viaje relámpago a Oslo y os aseguro que estos tres días nos han cundido mucho. Además de visitar la ciudad y hacer unas compras hemos ido al concierto del grupo más internacional que ha exportado Noruega, a-ha. Si queréis saber más sobre esta historia y las galletas que viajaron a Oslo pinchad aquí. Pongámonos primero un poco en situación con este país del norte. Como recordaréis …
Noruega es un país un poco más pequeño que España, tiene unos 400.000 km² pero por su situación en la península Escandinava tiene una forma alargada que hace que abarque más de 2.500 km de longitud de costa con una anchura máxima de 431 km. A pesar de que hay zonas que en invierno ven congeladas sus aguas otras sin embargo al estar bañadas por una corriente procedente del golfo de México no son tan frías y tienen temperaturas más suaves para la latitud que tiene el país. Estando a la altura de Groenlandia no es un país que en invierno se congele absolutamente para que me entendáis. Tiene el glaciar continental más grande de toda Europa, el Jostedalsbreen, lagos y fiordos kilométricos. El reino de Noruega es una explosión de naturaleza que no debería perderse nadie. Ha pertenecido a Dinamarca y Suecia, sólo hace un siglo que se independizó de manera pacífica de Suecia. Precisamente por ese carácter pacifista hace entrega del Premio Nobel de la Paz, el único que se otorga fuera de Suecia. Tiene además unas islas en el Ártico, las Svalbard, donde habita el oso polar. Tiene una población indígena, el pueblo sami, con representación parlamentaria.
El noruego es, como el danés y el sueco, a los que tanto se parece, un idioma relativamente simple en su gramática y su vocabulario, pero bastante complejo en su pronunciación. El idioma noruego tiene dos vertientes oficiales, el bokmål (lengua de los libros) y el nynorsk (nuevo noruego). Además está el sami en sus tres vertientes diferentes que es una lengua emparentada con el finés. Es la lengua propia de los indígenas noruegos, el pueblo sami, los lapones. El bokmål sería de origen danés y el más utilizado por un 84% de la población y es la forma de escritura principal entre los noruegos, también es la lengua literaria (bok es libro en noruego). El nynorsk se creó en el siglo XX a partir de dialectos arcaicos noruegos hablados en la antigüedad, en contraposición al danés, como forma de defender la identidad nacional frente la invasión cultural danesa. En todo caso por su facilidad para aprender idiomas no os costará entendemos con ellos en inglés. Su moneda oficial es la corona noruega (kroner o kr o NOK), 1 NOK= 10 euros. No pertenecen a la Unión Europea, pero tienen convenios, por ejemplo en sanidad, y podéis sacaros la tarjeta sanitaria europea para tener allí cobertura. Tienen una calidad de vida envidiable, socialmente hablando, pero les falta el sol que tanto ansían los noruegos. Su sueño es jubilarse en España!!!!
Si vas a viajar a Noruega visita su página oficial en español y descárgate aquí sus folletos gratuitos, algunos incluso te los mandan gratis por correo.
Oslo no será la ciudad más bonita de Noruega pero os aseguro que no le faltan cosas para ver. Si Bergen o Stavanger son ciudades llenas de casitas de madera con tejados de pizarra a orillas de un fiordo, que parecen sacadas de un cuento, no esperéis lo mismo de Oslo. Es una ciudad más urbanita, las casas las encontraréis en las afueras, en el centro los edificios son más altos, quizá con menos encanto. Aún así es una ciudad que me gusta. Se respira el estilo escandinavo allá donde vas. Es algo más ruidosa que otras ciudades noruegas pero limpia, ordenada, la gente es muy educada, da gusto. Para mí socialmente están por delante en cuanto a civismo y ecología se refiere. Eso sí, son tan silenciosos que da reparo hasta toser. Los escandalosos somos los turistas españoles jejeje.
Cuando llegamos a Gardemoen, el aeropuerto más cercano que está a unos 50 km de Oslo, estaba todo nevado y los lagos que veíamos a través de las ventanillas del avión tenían todavía placas de hielo. Pero el paisaje nevado se quedaba ahí, Oslo nos esperaba menos fría. Volamos con una compañía de bajo coste noruega, Norwegian, que opera desde España a varias ciudades noruegas. Ya viajamos con ellos para ir a Stavanger hace año y medio y como veis hemos repetido, han sido elegidos la mejor compañía de bajo coste de Europa. Para ir del aeropuerto a Oslo se puede coger un autobús, un tren o bien como hicimos nosotros, un tren exprés, el Flytoget que tarda 19 minutos en llevarte al centro de la ciudad (segunda parada después de Lillestrøm). Es la opción más cara pero también la más cómoda y rápida. Cuesta 180 NOK por persona y trayecto (unos 18 €). Nuestro apartamento estaba a 15 minutos a pie de la estación en el barrio de Grønland. Era sencillo, pequeño, limpio, y en un edificio muy moderno, perfecto para dos. La web oficial de Oslo os será también de mucha utilidad. Hemos visitado dos veces esta ciudad así que os enseñaré mis sitios favoritos de la ciudad.
El Parque Vigeland: el Vigelandsparken alberga un conjunto escultórico excepcional, el trabajo de toda una vida del escultor Gustav Vigeland con más de 200 esculturas de bronce, granito y hierro forjado. Se encuentra dentro del Frogner-Parken. Vigeland obtuvo casa y manutención por parte del estado noruego a cambio de construir este parque que tardó 20 años en acabar. Se comprometió a ceder tras su muerte toda su obra a la ciudad de Oslo. Su gran monolito con 121 imágenes humanas que representa los diferentes ciclos de la vida y la estatua de bronce del niño enfadado (Sinnataggen) son los favoritos de sus visitantes.
El complejo es bastante grande, integrado en un parque, y a su vez en el Frognerparken.
El niño enfadado, la escultura más conocida, hasta la secuestraron una vez.
Museo del barco polar Fram: el Frammuseet alberga el barco rompehielos más resistente del mundo, propiedad del explorador Fridtjof Nansen. Con él la expedición del explorador noruego Roald Amundsen le ganó la carrera al inglés Robert Scott y llegó a la Antártida por primera vez. Se puede entrar en el barco y ver los camarotes con sus pertenencias. El año 2.013 se inauguró el edificio Gjøa, que alberga exposiciones sobre el Ártico, el área norte y el Paso del Noroeste – desde los primeros intentos hace más de 400 años en una ruta norte al oriente hasta la expedición de Roald Amundsen de 1.903 a 1.906.
El rompehielos Fram.
Interior del barco polar, los camarotes.
Museo del pueblo noruego: el Norsk Folkemuseum es un museo al aire libre que alberga una iglesia de madera o starvkirke del año 1.200, la de Gol, perfectamente conservada. Podréis recorrer casas de las diferentes regiones noruegas y conocer cómo vivían sus habitantes, sus tradiciones, sus trajes regionales … En verano hay actividades diarias.
A estas las llamo las casas peludas.
100% madera y ni un clavo.
Starvkirke de Gol.
Museo de los barcos vikingos: en el Vikingskipshuset podréis contemplar barcos vikingos (dragar) y restos de naves funerarias hallados en el fiordo de Oslo. También encontraréis objetos y artefactos típicos noruegos.
Fortaleza de Akershus: el Akershus Festning es una fortificación del año 1.300, alberga un castillo (Akershus Slott) con hermosos salones. La entrada al recinto es gratuita pero sí hay que pagar para acceder al castillo.
La fortaleza vista desde el Akker Brygge.
Akker Brygge y Tjuvholmen: especie de marina frente al atracadero de los barcos deportivos que forma un moderno complejo de restaurantes, tiendas, pubs y discotecas. En ella se encuentra el Astrup Fearnley Museet, colección privada que realiza exposiciones. El museo tiene playa propia, parque de esculturas y una torre.
Vistas del fiordo desde el Akker Brygge.
El Astrup Fearnley Museet.
El Palacio Real: Det Kongelige Slott es la Residencia Real construida en Christiania (antiguo nombre de Oslo) entre 1.824 y 1.848. En periodos concretos puede visitarse.
El Ayuntamiento de Oslo: Oslo Rådhus se inauguró en 1.950. El carillón del ayuntamiento da las campanadas. Aquí se otorga el Premio Nobel de la Paz el 10 de diciembre.
Sus ladrillos y su forma lo hacen reconocible.
Detalle del reloj.
La parte de atrás da al fiordo.
El Parlamento: Stortinget es el parlamento noruego, fue inaugurado el año 1.866. Aquí además se elige cada año el Premio Nobel de la Paz.
Museo de Edvard Munch: el Munchmuseet alberga la mayor colección de arte de Edvard Munch, uno de los representantes del expresionismo. Para los amantes de El Grito recomiendo visitar la:
Galería Nacional: Nasjonalgalleriet además de El Grito de Edvard Munch alberga cuadros de otros autores como uno de mis favoritos, el paisajista noruego Johan Christian Dahl.
Naufragio en la costa noruega (1.832), Dahl.
Karl Johans gate: esta céntrica calle comienza en la Estación Central de ferrocarriles y dibuja una línea recta hasta el Palacio Real, es muy animada y tiene multitud de tiendas. Es en gran parte peatonal. El 17 de mayo, Día de la Fiesta Nacional en Noruega, tiene lugar un gran desfile.
Aquí empieza la Karl Johans Gate.
Y continúa hasta el Palacio Real en línea recta.
Este tramo ya no es peatonal.
La Ópera noruega: en Den Norske Opera Et Ballet además de disfrutar de la música se puede pasear durante todo el año por la cubierta hasta llegar al vestíbulo. Es una manera de tener unas bonitas vistas a la ciudad y al fiordo de Oslo. Su exterior anguloso en blanco parece surgir del agua. El interior del edificio está construido fundamentalmente con madera de roble. El vestíbulo principal tiene forma de herradura, como tributo a los teatros clásicos de la antigüedad.
A nosotros nos llovió y no pudimos subir arriba del todo.
Foto: birdseyepix.com/Christopher Hagelund.
Y una vez recorridos los sitios más conocidos e interesantes de la ciudad (seguro que me dejo muchos muy interesantes pero no disponíamos de más tiempo), vamos al tema reposteril. Una tienda que no os podéis perder es Caca’s. Encontraréis todo lo que una repostera puede desear, yo me hubiera llevado media tienda en la maleta, pero claro no es cuestión. Además imparten cursos y hacen demostraciones.
Que no os asuste el nombre, es tarta en noruego, malpensados!!!! Se trata de un juego de palabras. En noruego kaki significa tarta o pastel. La forma definida del sustantivo es kaken o kaka y por hacer la gracia a la tienda le han puesto el nombre de Cacas.
Aula de cursos.
Con cocina incluida.
Invita a entrar en cuanto pasas por delante del escaparate.
Me llevé unas cajas de macarons, espátulas, pajitas, cápsulas, qué sé yo, un poco de todo.
Wilton, Rainbow Dust, KitchenCraft, PME, Callebaut, Squires kitchen, Candy Melts, …
Como veis me recreé bien.
Me encantó la tienda.
Y sus tartas y decoración.
Mis cajitas de macarons. Ahora habrá que llenarlas ¿no?
En la misma calle donde está Cacas podéis encontrar una de mis tiendas favoritas. Los que vivís en Madrid la conoceréis, a Valencia aún no han llegado. Se llama Søstrene Grenes, es una cadena de tiendas danesa. Es del estilo de Tiger, tienen menaje, manualidades, papelería, un poco de todo.
Otra tienda que me sorprendió fue Kitch’n. Encontré dos tiendas en Oslo. Tenían un poco de todo en menaje, electrodomésticos (muchos de estética retro), un paraíso de las Kitchen Aids con todos sus accesorios, muchas cosas de Le Creuset … Iba buscando un aparato tipo crêpera para hacer Krumkake, una especie de barquillos noruegos pero no tenían.
¿Es o no para llevarse la tienda entera?
Me enamoré de los robots de cocina que tantas veces he visto en la web de una repostera noruega, Manuela Kjeilen. Es muy conocida en Escandinavia, tiene blog, revista, programa de TV, una línea de productos reposteros con su nombre, una pasada.
Kitchen Aids en muuuuchos colores diferentes. ¡Qué gozada para mis ojos!
Otra tienda que no os podéis perder es Traktøren, nos venía de paso para ir al Vigeland. Parada obligada, tienen de todo de cocina en general. Me encantó. La pena es que aquí tampoco no encontré la máquina de Krumkake que iba buscando. La había visto en su catálogo pero no les quedaban, sólo tenían una pero valía 100 €, así que desistí. La buscaré online. El catálogo de la tienda es increíble. Veréis que tienen de todo para la cocina.
Otra cadena de tiendas que no os podéis perder es Kremmerhuset, que ya conocimos en Stavanger. Cerca del apartamento, al lado de la estación de trenes tenéis uno que está dentro de un centro comercial (Byporten) pero hay más en la ciudad. Es del estilo a Zara Home digamos.
Otra cadena muy recomendable es Nille, tiene muchas tiendas por toda la ciudad con un poco de todo: decoración, repostería, menaje, papelería, scraptbooking, artículos de baño, caramelos, chocolatinas, …
Para los amantes de las manualidades y el scrapbooking hay una tienda ideal que no os podéis perder, se llama Panduro Hobby y está en, adivinad, sí, en la Karl Johans Gate de nuevo. Bueno necesitaría una maleta entera sólo para mis cosas. Increíble, tenía de todo: papeles, telas, cosas de repostería, pasta Fimo, …, hasta para hacerte tu propio buzón, una auténtica pasada.
Además en todas estas tiendas tenían una serie de productos con banderas y motivos noruegos por la conmemoración del Día grande en Noruega. El 17 de Mayo es el Día Nacional en Noruega y no pude resistirme a traerme una bandera Noruega y algunas cositas más.
Sí, pequé, pero sólo un poco. Entre otras cosas me traje esto.
Hay una cadena de cafeterías que también nos gustó mucho W. B. Samson. Fue fundada en 1.894 por Wilhelm Bismark Samson. En la actualidad dirige el negocio la cuarta generación del maestro panadero Morten Samson. Tienes 24 tiendas en Oslo y Akershus.
Como veis de aquí también me llevé algún souvenir, pero en mi barriga claro.
Antes de que el fondant se pusiera de moda, en gran parte de Europa ya se forraban tartas desde hace mucho, pero con mazapán. Es muy común encontrarlo incluso en supermercados, tanto en bloque como listo para forrar. O hacerlo casero. También es dulce pero más natural al llevar almendra molida.
Cerca del apartamento encontramos una curiosa cafetería con molino de café incluido. Te muelen y envasan el café al momento, recién hecho. Está situada en un antigua estación de bomberos, es curioso porque si te asomas por la puerta de atrás tiene un patio con camiones de bomberos antiguos y tiene una pequeña terraza, lástima que estuviera lloviendo. Se llama Kaffebrenneriet y la máquina que muele el café se maneja por ordenador. Tienen diferentes variedades de café y también bollería y tartas. En Noruega hay una arraigada cultura del café, no en vano es el segundo país del mundo como consumidor de café. El café filtrado les encanta y lo suelen tener en grandes termos pero podéis encontrar fácilmente café con leche, latte macchiato, capuccino, muchas variedades diferentes también según el origen del café.
Curiosa cafetería con su máquina de moler.
Cuanto menos original. Además la manecilla del aseo es un brazo de cafetera, ¿original o no?
Es la cadena de cafés que está experimentando la mayor expansión en Oslo, en donde cuenta ya con más de 20 locales. Sus propietarios seleccionan personalmente los granos en plantaciones de países productores como México, Ruanda o Colombia, de los que ofrecen una amplia variedad de opciones, tanto para tomar en sus establecimientos, como para comprar al peso. Hasta que no pasé las fotos al ordenador no me di cuenta de que había un noruego posando para mi foto jejeje. Y luego tienen fama de serios.
El chocolate noruego por excelencia es de la marca Freia. Boutique en Karl Johans Gate.
Es época de bulbos.
El frío no es excusa para no salir, forran sillas y habilitan mantas. Lo tienen todo pensado.
Entre tienda y monumento hay que hacer paradas. Mi frase en este viaje era: “¿cariño nos tomamos un café y un bollo?” Y Jose decía “¿otro?”. Es que me pirran y aquí están taaaaaan buenos, que me quedaría a vivir sólo por eso. Pero luego me acuerdo de los -20º C que hace en Diciembre y cambio de idea pero así, de golpe. Esta cafetería la encontraréis en la Karl Johans Gate, se llama United Bakeries y me encantó. Además de la amabilidad de sus dependientes, el caffe latte y los bollos estaban de miedo. Tiene una puerta principal y otra que da a un centro comercial. Justo al salir me topé con una librería, Tanum, donde me compré un libro de repostería escandinava de una chica danesa: Scandinavian Baking. Ya lo tenía fichado. Otro para la colección. Creo que tendría que vivir 100 vidas, por lo menos, para poder cocinar todos los postres que tengo en libros, imposible. Lo mío con los libros de repostería ya es puro fetichismo, me enamoran.
En la misma Karl Johans Gate encontramos un café muy acogedor. Y nos tomamos café y bollos (Skølebrod es que lleva coco rallado y crema, y el otro es un kanelsnurrer o rollo de canela enrollado en forma de nudo).
Las dependientas eran muy amables.
Como veis no les falta surtido de panes
y de bollería, que tanto me gusta.
Con un aire retro.
Si tenéis hij@s, sobrin@s, o simplemente os encantan los juguetes no podéis dejar de visitar Sprell, también la encontramos de camino al Vigeland, otro motivo más para ir al parque de este escultor noruego. Es una tienda de ensueño, yo me hubiera quedado a vivir allí, en serio, qué cucada de cositas tenían. La conocíamos ya por nuestro viaje a Stavanger y nos encantó. Cargamos unos cuantos juguetes para mis niñas y sobrinos. Porque llovía que si no, me meto en las casitas de la entrada.
¿A qué son bonitas?
La espera se hace más amena si estás mullido, pero ¿quién puede resistirse y no entrar? Pues sólo mi paraguas se quedó fuera.
Peluches enoooooormes.
Castillos de hadas.
Y de caballeros y dragones.
Cocinitas para pequeñ@s reposter@s.
Mobiliario de ensueño para niñas.
Peluches para colgar …
Recordad que si hacéis compras en Noruega podéis pedir el Tax Free en algunos comercios para que en el aeropuerto os devuelvan parte de los impuestos que os han cobrado. Más información aquí.
Y como no sólo de bollos y tiendas vivo yo os recomendaré también un par de sitios para comer o cenar. En Oslo tenéis restaurantes de todo tipo pero no son aptos para todos los bolsillos. El tema restauración es lo más caro. Calculad el doble para todo, el doble. Quedamos con unos amigos españoles para cenar y fuimos al restaurante italiano Egon en la famosa calle Karl Johans Gate. Como veis casi sin salir de esa calle podéis recorrer muchos de los sitios que os recomiendo.
Las pizzas están buenísimas, yo que soy muy sopera preferí pedirme una crema de pescado con salmón y bacalao, muy buena. Una cena para dos con ensalada, una pizza y una crema de pescado, todo regado con agua del grifo y sin postre ni café, sale por unos 40 €.
Otro sitio en el que comimos fue Lorry, un agradable restaurante con una bonita terraza con farolillos y un interior decorado de manera clásica y vintage. Comimos un plato de crema de pescado con gambas y un sandwich de salmón (smørbrød) para compartir, regado también con agüita del grifo y sin postre, por unos 54 € en total.
A mi marido le gustó tanto la crema/sopa que voy a intentar hacerla.
Como veis no hay manera de aburrirse. Además podéis recorrer los alrededores de la ciudad. Y lo que más me gustó además de la visita cultural fue ir de tiendas. Nunca pensé que Oslo tuviera tantas tiendas de repostería, menaje y decoración. Fue toda una sorpresa. Mi marido tuvo que sacarme casi arrastras de alguna de ellas, me hubiera quedado toda la tarde. La maleta vino bien repleta. Éso sí, preparad la cartera, doy fe que Oslo es una de las ciudades más caras.
Lo más caro es comer y tomar una copa por alguno de sus restaurantes, cafés o pubs. Hasta los supermercados son caros, comparando con España, pero hay que comer ¿no? Una buena idea es ir a cafeterías que sirven sandwiches y bocadillos. Por cierto si queréis tomar agua es gratis, suele haber dispensadores de agua, jarras y vasos o simplemente pedir agua del grifo.
El agua es gratis y está buena.
El alcohol es prohibitivo, se pagan muchos impuestos. Os recomiendo dejar la botella de vino para la vuelta a España. Si no queréis hielo en las bebidas advertirlo pues le ponen hielo al agua, al zumo de naranja, … Las panaderías suelen ser cafeterías también, acogedoras y con una amplia gama de bollería así que comí y comí y comí hasta que no me cabía ni una miguita más, mis vaqueros dan buena fe de ello jejejeje. Otra vez al traste la operación biquini. Aquí el frío y la lluvia no son excusa para dejar de hacer sus actividades cotidianas como salir a pasear, hacer footing, ir en bicicleta, hacer compras, tomar un café o salir un rato a pasear con los niños. Hay mucha gente joven en Oslo un buen índice de natalidad y madres y padres jóvenes. Personas mayores no vimos muchas, deben estar en Alicante de vacaciones o pasando allí su jubilación. Como ya os he dicho son tremendamente educados y amables siempre te atienden con una sonrisa y todo el mundo sabe inglés, buena educación, me encanta. En las librerías hay muchos libros en inglés y el cine y la TV subtitula pero no dobla así que ven mucho más en V.O.
Una cosa que me ha llamado la atención en este viaje es la cantidad de coches eléctricos que hay. Aparte de que mi marido los reconocía, hay unos pilones de acero inoxidable en los bordes de las aceras donde se pueden enchufar para recargar. Ha habido un gran incremento en los últimos años en este tipo de vehículos.
Bueno, creo que con esto os hacéis una idea de cómo es Oslo, los lugares imprescindibles y una pequeña guía para hacer compras por la ciudad. Hay muchos más lugares para ver como los barrios de Grunerlokka, Vulkan o St. Hanshaugen, muy de moda en la actualidad, recorrer las tiendas y restaurantes de la Estación Central de trenes, el mercado de Matahallen, dar un paseo por el río Akerselva, dar un paseo en ferry por el fiordo de Oslo (eso lo hicimos la otra vez que estuvimos en Oslo), visitar además de los museos nombrados de la península de Bygdøy, el Kon-Tiki, el salto de esquí de Holmenkollen, … Pero eso será en otro viaje. Siempre hay que dejar algo pendiente para volver. Para haber estado sólo tres días ¿no ha estado mal verdad?
Llevo preparando toda la semana este post, muy extenso y con muchas fotos, espero que os haya gustado y os haya servido de ayuda para los que vayáis a viajar a Oslo próximamente.
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