¿Te parece curiosa la fotografía que hemos elegido en Gretur Viajes para retratar la última semana de noviembre? La imagen es simple y muchos de nosotros hemos hecho retratos parecidos en nuestros viajes por el mundo: sostuvimos esforzadamente esa Torre de Pisa que tarde o temprano acabará en el suelo, nos apoyamos mágicamente en el símbolo neoyorkino por excelencia - la Estatua de la Libertad- y, como en “Sol en la Mano” juntamos nuestros dedos para sostener por obra y gracia de la perspectiva ese astro ardiente símbolo del verano, el amor y la amistad. Y es que, amigos y amigas de Gretur, esta semana comienza el invierno. Se acabó el Veranillo de San Martín, esos días de temperaturas templadas que pretenden engañar a un calendario que avanza imparable hacia esa locura anual llamada Navidad.
Un paréntesis hablando de San Martín: como sabes, en general lo llamamos así en memoria de un santo católico - cómo no- que celebra su día el 11 de noviembre, pero en Andalucía, por ejemplo, recibe el poético nombre de “Veranillo del Membrillo“, ¿por qué?: porque en el otoño maduran esos gordos frutos que tantos y tantos cajones y armarios aromatizaron en tiempos de nuestras abuelas.
Pero vamos a lo nuestro, a la fotografía. ¿Qué simboliza para nosotros? Varias cosas. Por una parte, es un reflejo de lo que algunos privilegiados españoles que viven en esas maravillosas Islas Canarias tienen durante prácticamente todo el año: el sol en la mano. Por otra, y ya desde un punto de vista menos amable, esta fotografía refleja lo que desde ahora va a ser un mero recuerdo para millones de europeos: esa playa sobre la que pronto se cernerán oscuros nubarrones de invierno, ese trocito de arena, sal y agua que, año tras año, es convierte en algo tan inaprensible como ese pequeño sol colgado del cielo.
Ha pasado un verano más, otro Veranillo de San Martín, Verano de los Arcángeles, Verano Indio… unos días de agradable calidez que nos abrigan el alma para este invierno frío que estamos a puntito de estrenar.