Si eres aficionado a los deportes de invierno, la prensa rosa o la prensa económica seguro que te suenan los nombres de estaciones de esquí como St. Moritz, Klosters-Serneus o Zermatt. El último, el de Zermatt, es un exclusivo centro de ocio y turismo vacacional de altísimo nivel situado en uno de los países más pequeños y ricos del mundo: Suiza. Por darle nombres y apellidos a esta gigantesca estación de esquí de Zermatt podemos decir que está situada en la comuna suiza del mismo nombre y que forma parte del Cantón de Valais y del Distrito de Visp. Pero lo más importante de este territorio de apenas 243 kilómetros cuadrados con una densidad de población minúscula está en su vecindario natural: el impresionante y turístico Valle de Cervino y el no menos espectacular Monte Rosa. La comuna suiza de Zermatt es uno de los enclaves turísticos más importantes de Europa, un pequeño territorio que no se limita a acoger en la temporada invernal a esos hombres, mujeres y niños hambrientos de sol y nieve, qué va. Zermatt se caracteriza por tener sus hoteles, restaurantes, tiendas y cafeterías llenos durante todo el año, en verano, primavera, otoño e invierno. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo…
Desde luego que el entorno natural que rodea este diminuto paraíso suizo tiene mucha culpa de la atracción que suscita a nivel internacional. Esos picos infinitos, la paleta de color de sus cumbres, el Monte de Cervino que nos recuerda a una pirámide egipcia o el macizo del Monte Rosa, ese pico que presume de ser el segundo más alto de Europa después del conocido Mont Blanc. Como decimos, la magia natural con la que se viste la comuna de Zermatt atrae al año a miles de ecoturistas, pero es otra la razón por la que esta comuna suiza se sitúa año tras año a la cabeza de los destinos europeos preferidos por el turismo más exclusivo: su prohibición de utilizar el coche.
Sí, has leído bien. Uno de los principales atractivos de una comunidad turística repleta de urbanitas que suelen usar el coche para todo es precisamente la prohibición de que rueden vehículos por sus calles y carreteras. En Zermatt, los únicos que se mueven con ruedas son los vehículos eléctricos, las bicicletas, las ambulancias, algunos coches de policía y los carritos de los bebés. Nada más y nada menos.
Como te imaginarás, gracias a esta medida el aire puro de Zermatt es eso: puro. Pero además está el silencio, ese silencio lleno de voces de vacaciones, exclamaciones de alegría, llamadas a los grupos para ir de uno a otro lugar. Un silencio lleno de vida que buscan año tras año los cientos de miles de turistas que eligen la Comuna de Zermatt como su perfecto nido para disfrutar de unas vacaciones realmente tranquilas y exclusivas .