Entre otras cosas me llamó la atención que es una mujer muy activa a pesar de ser ya entrada en años, unos 50 aproximadamente, que conserva un estilo elegante pero muy desparpajado, que llama la atención por su manera de ser tan segura y espontánea, creo que me gustaría ser como ella cuando tenga su edad, aunque de ninguna manera quisiera hablar con muertos, eso definitivamente esta fuera de cualquier cosa que quisiera experimentar.
El caso es que en medio del programa que es un estilo de reality de su diario vivir, decide ir a tomar unas clases de danza del vientre, compra las prendas muy decidida y va con su amiga a tomar la clase, allí descubrió que es un tronco, con lo que me identifiqué totalmente .
Eso me hizo recordar la época en que con Vivi, una de mis mejores amigas (con las que se nos ocurren un millón de cosas por hacer y con la que nos conocemos de toda la vida y por eso sabemos que contamos con la otra para hacerlas) nos dió por tomar clases de baile que para estar en forma, después de una ardua investigación realizada por ella llegamos a la conclusión de que sería una buena manera de ejercitarnos, así que entramos a una academia, muy convencidas nos inscribimos, pagamos y empezamos nuestras clases.
Lo especial de la historia es que no era cualquier clase de baile, era pole dance (danza del tubo), cuando tu entras a la academia y ves a las profesoras y a las alumnas avanzadas con semejantes cuerpos tan esculturales y haciendo ese baile que te va a hacer sentir muy sexy y que te va a poner así de atlética no lo dudas por un minuto.
Se ve tan fácil cuando ellas lo hacen, el detalle estaba en que éramos nosotras… un par de amigas con una vida normal que trabajábamos detrás de un escritorio y teníamos el físico de un ajedrecista, la primera clase fue divina… al principio, teníamos que aprender a caminar alrededor del tubo, muy fácil, al final de la hora estábamos en el piso con una severa sesión de abominables abdominales muy intensas que tendríamos que hacer el resto de nuestras vidas sí queríamos vernos como la profe (imposible), la demora fue salir de clase a cambiarnos cuando notamos que no podíamos del dolor, resulta que para lograr este baile toca necesariamente un roce directo de la piel con el tubo, no se imaginan cómo duele y arde cuando el cuerpo empieza a enfriarse.Lo más divertido estaba en la siguiente clase que era al otro día O_o cuando te cambias y ves que eres una linda niña multicolor, entre morados, grises y rojos en todas las variaciones y lo peor… sabes que va a empeorar.
Teníamos toda la actitud (tocaba… habíamos pagado por un mes de clases y debo decir que no es económico) así que compramos las cremas para los morados, la popular árnica que es muy buena pero no hace milagros, baja el morado pero el dolor sigue allí, es una clase de masoquismo en el que tu motivación es verte bien y continuar con la tortura
Así que dimos la pelea durante todo el mes, apenas si aprendimos algunos pasos, no llegamos a una coreografía, como experiencia fue muy interesante pero la verdad el precio que se paga por verse así de esculturales, aparte del monetario, es muy doloroso.
Sin embargo el baile siempre será una buena idea, así que esta vez creo que voy a probar con la danza del vientre, no parece tan doloroso como el pole dance y se vé divertido, hablaré con mi amiga y les estaré contando ;)
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