Esas pequeñas cosas

Esas pequeñas cosas que hacen la vida especial

Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal ha ido el finde? Espero qu egenial. Yo he descansado, he salido y he disfrutado, así que empezamos la semana con ganas.

Hoy vengo con mi sección de Esas pequeñas cosas, una sección que lleva ya unos añitos en el blog (os dejo la última entrada con enlaces a las demás aquí) y en la que comparto las cosas que me gustan, cosas un poco especiales, más allá de pasear a la orilla del mar o darme un baño (que me parecen planazos), cosas distintas y personales. Y además esta vez algunas de ellas son relacionadas con el otoño, así que sin más rollo, empezamos.

-Si hay algo que me gusta es llegar a casa, después de un largo paseo por la tarde, y tener la cena hecha. Pero una cena de otoño. Me gusta entrar en la cocina y sentir el olor a salsita, a sopa o puré, a horno, a hogar. Así solo hay que ponerse las zapatillas y cenar.


Una sopita siempre se agradece

-Cuando salgo a caminar los fines de semana en compañía perruna me gusta llevar un premio a mis cobayas. A veces es cola de caballo, otras menta, manzanilla, yantén, diente de león, hinojo...Es una bobada pero se lo doy antes de ponernos a comer y me hace ilusión.


Un poco de manzanilla siempre viene bien

-Las mañanas de sábado son ideales para ir a coger castañas. Cuando era pequeña íbamos por las tardes por el horario de trabajo de mi abuelo, porque mis abuelos recolectaban con nosotros, pero en cuanto se jubiló empezamos a ir por la mañana, y por la tarde hacemos un magüestu o amagüestu, que consiste en comer castañas asadas con sidra dulce. A veces lo hacíamos en nuestra casa, en la de nuestros abuelos y a veces en la finca. Pues es algo que seguimos haciendo, en casa o en la finca.



-Y claro, no puedo olvidarme de recolectar manzanas, higos, nueces, avellanas...pero lo mejor es el olor que hay en casa y en la escalera por las tardes, cuando preparo postres ricos como manzanas asadascon canela, bizcocho de nueces o mermelada.


Aquí con mi abuela y parte de la cosecha. Siempre hemos recolectado y disfrutado


-Al igual que me gusta dejar la cena hecha también lo hago con la comida, así estoy por ahí despreocupada. Pues los sábados, cuando llegamos a casa por la mañana, si es pronto para comer, me encanta tomar un aperitivo con mi marido, sin prisa, sin tener que cocinar ni preocuparme de nada. Y solo usamos cosas sencillas. Este sábado hicimos un surtido de quesos y jamón serrano con pan de maíz y un vinito. Estaba riquísimo, y como tenemos buen saque luego comimos un buen plato de la comida con su postre.

Ese ratito de aperitivo charlando, escuchando música y haciendo planes me da la vida.

-Siempre digo que no veo la tele. Tengo poco tiempo y me cuesta encontrar cosas que me gusten. Pero en otoño vuelven series que tenía empezadas y descubro algunas nuevas, o pelis, y me gusta ver alguna antes de dormir (lo sé, llego tarde a casa y encima veo algo, soy lo peor).


El dibujo es cortesía de mi hija

-Algo que es muy tonto pero mola es abrir correos electrónicos de esos que tienen mil años y no usamos para buscar fotos. En 2004, 2005 o 2006 mi hermana y yo, alguna amiga, mis cuñados y gente del coro al que iban mis hijos compartíamos las fotos, cuando no eran muchas y no nos apetecía pasarlas a CD, por email. Y el otro día encontré algunas que ni recordaba, y aunque las tengo guardadas en CD me hizo ilusión verlas. Una me hizo especial ilusión, es de mis hijos con el bajista del grupo W.A.S.P. antes de un concierto al que fuimos en Bilbao.


-Una de esas bobadas que disfruto todo el año es abrir armarios que huelan bien. UNo es el de las especias e infusiones, está en la cocina y huele genial. El otro está en el baño: es un mueble con varios armarios arriba y abajo alrededor del lavabo y del espejo. Pues en un que es de una sola puerta con cajón guardo las colonias que usamos a diario. Hay una balda por persona para dejar ahí las de uso frecuente, y la última balda es para colonias frescas. El cajón lo uso para guardar los botecitos de gel de baño que suelen venir de regalo con los perfumes. Está lleno de ellos, no los usamos mucho. Pues me encanta abrir esa puerta para coger mi colonia porque aunque los frascos estan cerrados ese armarito huele muy bien.

-Adoro asomarme a la ventana y que huela a otoño. Mis ventanas dan a dos sitios. En unas se nota mucho el olor a verano, a árboles, a flores...pero en las otras, en cuanto se va el verano, notamos más el olor a frío, a otoño. Y estos días, además, me paso horas contemplando a los murciélagos, que vuelan pegados al alfeizar.

-Para terminar diré que me gusta salir después de la lluvia, cuando el suelo está mojado y todo brilla. Además la ciudad huele a limpio.


Y aquí se termina el post. Podría seguir y seguir, pero no quiero ser tan pesada.

Muchísimas gracias por leerme y nos vemos el miércoles con algún truco.

Muy feliz semana a todos.