La Bodega Abadal fomenta la modernidad en su filosofía de trabajo. Como visitante del lugar, podrás recorrer las parcelas de la bodega. Durante la ruta, saborearás los productos típicos: el vino, el aceite y la miel.
Te sentirás recibido por el perfecto anfitrión porque Cataluña es tu casa. Conocerás los secretos de la tierra, harás nuevos amigos y probarás nuevos sabores como las variedades de uva sumoll y picapoll. El pan con tomate y embutido es especialmente delicioso en la hora del desayuno.
Un destino de enoturismo perfecto para salir de la rutina y volver a sorprenderte con paisajes de película. Una forma muy divertida de unir turismo rural, cultura, gastronomía y vino durante un viaje que es una experiencia de vida. Viajarás en el tiempo hasta el siglo XIX para conocer las barracas de piedra seca de los payeses. Al sumergirte en este patrimonio natural y arquitectónico conectarás nuevamente con las raíces del mundo sumando vitalidad y autoestima a tu corazón.
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