Expertos locales llevaron a cabo recientemente un descubrimiento que no cuenta con antecedentes de sucesos parecidos. Casi en coincidencia con la festividad judía de Janucá, los investigadores en cuestión hallaron partes de un recipiente de cerámica, en el cual se encontraron rastros de aceite de oliva. Claro que lo más impactante de esta noticia tiene que ver con la antigüedad del óleo, que data de unos 8 mil años.
El hecho tuvo lugar en la Baja Galilea, área ubicada en el norte de Israel, cercana al Mar Mediterráneo, donde especialistas pertenecientes a la Autoridad de Antigüedades de Israel habían supervisado una serie de excavaciones suscitadas en Ein Zippori, entre 2011 y 2013. Dichos trabajos tenían el objetivo de ampliar una autopista de la zona y, a la postre, tras los resultados surgidos de un proceso químico efectuado en una cerámica, terminaron confirmando la certeza más antigua de la utilización de esta clase de aceite, tanto en territorio israelí como -posiblemente- en Oriente Medio en general.
Ianir Milevski y Nimrod Getzov, con la colaboración de Dvory Namdar, del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Hebrea de Jerusalem, fueron quienes participaron de esta investigación en la que se analizaron unas 20 vasijas, dos de las cuales tienen aproximadamente 8.000 años de historia (Edad del Cobre). Lo cierto es que el hallazgo prueba y revela que el aceite de oliva se usa al menos desde el sexto milenio antes de Cristo en la región.
En ese sentido, los científicos explicaron que formaba parte de la dieta y también probablemente se empleaba para iluminar. Asimismo, podría tratarse de un tipo de olivo domesticado de leguminosas de grano, constituyendo así una forma diferente de cultivos herbáceos dentro de la Galilea Baja. Desde la antigüedad, el aceite de oliva es una de las bases principales de la economía del Mediterráneo, junto con el cereal y la uva.
A partir de una comparación con un aceite de oliva de sólo un año, los investigadores concluyeron en que la sustancia encontrada en la vasija ha logrado sobrevivir durante casi 8 mil años y muy cerca de su estructura original.