Embarazados

Hospital de Sant Pau 10:00.
Como siempre llego con demasiado adelanto a mi visita con el pneumólogo. Decido tomar un café. La cola es larga pero tengo tiempo. Detrás de mi dos hombres hablan animadamente. Uno de ellos viste un traje y corbata grises con camisa negra, zapatos y cinturón a juego. El otro lleva unos pantalones “chinos” y un jerséi azul ribeteado en blanco. Es mucho más joven que el otro pero ya está muy calvo.
El intenso ruido de fondo hace que tengan que alzar la voz lo que permite que oiga con claridad cuanto dicen.
Hombre de azul.- Me habían dicho que estos casos te obsesionabas con el peso y tenían razón.
Hombre de gris.- Ya te digo.
Vaya conversación de gimnasio pienso con desánimo ante la expectativa de tener que oír a voz en grito los logros deportivos de dos narcisistas hasta conseguir mi café.
Hombre de gris.- Ya te digo. Insiste el tipo trajeado. En mi primer embarazo subió 300 gramos.
No sé a que se refiere con lo de los gramos pero me llama la atención lo de su primer embarazo. Decido afinar el oído.
Hombre de azul.- La verdad es que para ser mi primer embarazo está yendo mejor de lo que me habían contado.
Hombre de gris.- El primero mío presentó todos problemas típicos pero el segundo fue muy bien. Incluso el parto no duró mucho.
Hombre de azul.- Ya me gustaría un parto sin problemas. – Musita el joven cabizbajo.
Hombre de gris. – Se pasa mal, lo sé, pero te aseguro que ver nacer a mi primer hijo lo compensó todo, el mejor momento de mi vida ¡y eso que fue por cesárea!
Hombre de azul. – Creía que no te dejaban estar si el parto era por cesárea.
Hombre de gris. – Mmmm.- El hombre del traje parece dudar.- Bueno fue hace catorce años… y mi ex era médico en el centro donde dió a luz.
Hombre de azul. – Entiendo.
Hombre de gris. – Verás como todo va bien además piensa que las mujeres llevan pariendo durante milenios (sic) y con los avances médicos actuales no hay que temer.
Hombre de azul.- Eso espero.
Su conversación y mi escucha es interrumpida por la camarera que expende los cafés.
Conmovido por la implicación de los dos hombres personalizando en ellos mismos los embarazos de sus mujeres les comento que ha sido la conversación de cola de espera de las más interesantes que he escuchado jamás. Los dos hombres me dan las gracias no sin cierta estupefacción.
Con mi café y mi cambio me alejo raudo pues no quiero que piensen que soy un pelmazo ratito.
Luego mientras espero la primera de las pruebas respiratorias recuerdo la conversación con cierta tristeza. Me hubiese gustado tener hijos aunque no que heredasen mis genes defectuosos condenadolos de por vida al asma con su asfixia y sus extenuantes revisiones médicas como en la que estoy yo hoy.
Por fortuna la selección natural ha actuado con sabiduría.

Fuente: este post proviene de Blog de dtlblog, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Ayer domingo mi jefe me llamó para decirme que no fuera a la fábrica. Me ha propuesto trabajar desde casa y ahora a las 9:00 horas del lunes estoy esperando a ver como quiere hacerlo. Me he instalado ...

Ara Malikian debe de ser un talentoso violinista, como talentoso es el fotógrafo que ha hecho el anuncio del concierto que se celebrará en octubre en Barcelona. Pero el significado de la foto, aparte ...

Ya tengo permiso de conducir. ¡A mis cincuenta años! ¿Quién lo iba a decir? Y todo gracias a Hoy-Voy. Antecedentes. Si he tardado tanto en sacarme el carné de conducir ha sido por una mezcla de priori ...

1979. La vida del niño de los setenta empezaba a complicarse principalmente porque estaba dejando de ser un niño. Su salud era mala, como siempre, y empezaba a sospechar que eso no sería suficiente pa ...

Recomendamos