No me he vuelto loca, hoy no os voy a hablar de ropa, recetas, decoración ... estos días de Navidad se ha hablado de dejar el móvil en los bolsos y abrigos para poder así disfrutar de la compañía de familiares y amig@s, pero nos hemos dado cuenta que este aparato que tanto deseamos es mucho más útil que cualquier otro, y que no está de más tenerlo siempre cerca, siempre tendremos una escapatoria cuando un cuñado se ponga pesado contando chistes, tus sobrinos no paren de cantar villancicos ... pero si tu familia es como la de las películas, de esas que se echan de menos, que se caen bien, que están deseando que lleguen estas fechas para verse, en ese caso, quizás es mejor dejar los móviles pero no crear incomunicación.
Los móviles pueden ser nuestros aliados o nuestra perdición, pero algunas ventajas tiene, y la mayor, es que impiden muchas discusiones.
Os acordáis cuando en cenas y comidas tu madre y tu tía entraban en discusión de horas sobre si Barbara Rey tenía 50 o 51 años: "Pero como va a tener 50, si a mi me saca 10" "Pero que dices, como vas a tener 40 si yo tengo 42 y tu eres mayor que yo" Esas conversaciones tan amenas ya no suceden porque a la primera duda te dicen: "Nena, mira en el aparatejo ese para saber en que año nació Barbara Rey" y tu entras en la Wikipedia y compruebas que tiene 50 y allí se acaba la conversación.
Yo no permitía los móviles en fechas especiales, aunque solo fuera una vez al año, me gustaría estar 100% atenta a las conversaciones, a veces se echan en falta las discusiones tontas como las de antes, te quedabas con la duda y un día, después de muchos meses aparecía Barbara Rey en el programa de Ana Rosa Quintana, decía su edad y llamabas a la cuñá para restregarle que tenías razón, solo por eso llamada, ya vale la pena discutir.
Y vosotros que pensáis?