El Crack de los Caballeros es el castillo más grande e impresionante de todos los de Tierra Santa y en su época también del área mediterránea.
Se encuentra en la actual Siria y protegía el camino entre la ciudad de Hons (Siria) y Trípoli (Líbano).
Sin embargo, su origen no es cristiano, sus comienzos datan del año 1031, cuando el Emir de Alepo ordenó la construcción de una pequeña fortaleza en un estratégico monte de unos 600 metros de altura dotada de una pequeña guarnición de soldados kurdos (akrad en árabe), de donde parece ser que procede el nombre de Crack.
Durante la primera cruzada fue conquistado por Raimundo IV de Tolosa en 1099, pero en su prisa por alcanzar Jerusalén fue abandonado. En 1110 fue otra vez ocupado por Tancredo Príncipe de Galilea y finalmente en 1142 el castillo fue cedido a los Caballeros Hospitalarios por el Conde de Trípoli.
A partir de este momento y durante ciento cincuenta años el castillo fue creciendo convirtiéndose en una fortaleza inexpugnable llegando a resistir en distintas épocas hasta doce asaltos.
Su estructura es de dos partes, una exterior con muros de tres metros reforzado por siete torres de 8 a 10 metros de altura que cubrían todo el perímetro exterior, en esta zona además estaban las caballerizas, las zonas de adiestramiento y el alojamiento de los soldados.
En su interior otra fortificación igualmente formidable sobre todo por su lado sur, donde se levantó un enorme muro con tres torres, en algunas zonas el espesor de esta coraza era de veinticinco metros.
Esta otra parte era la más noble construida en dos alturas. Aquí estaban la capilla, los alojamientos de los gobernantes, las salas de reuniones, todos ellos bellamente decorados al estilo gótico.
El Crack de los Caballeros tenía capacidad para albergar hasta 4000 defensores y lo más importante, el punto débil de todos los castillos, su capacidad de abastecimiento, estaba resuelta, en su interior los almacenes excavados bajo el subsuelo, eran capaces de abastecer de comida y agua a 2000 personas durante más de cinco años, y al haber sido diseñado y construido bajo las instrucciones de la Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén, las condiciones higiénicas y la atención médica eran de lo más avanzada, impidiendo el desarrollo de epidemias que causaran estragos en los soldados y proporcionando la mejor de las atenciones médicas a los heridos y enfermos que se podía encontrar en esa época.
Finalmente, un año después del fracasado final de la octava cruzada, el Crack fue sitiado por el Sultán mameluco egipcio Baybars, consiguiendo derribar una de las torres, pero cuando pensaban que habían tenido éxito se toparon con las poderosas defensas interiores que los frenaron en seco.
Cuenta la leyenda que viendo la imposibilidad de conquistar el Crack por asalto sin un gran baño de sangre que además no garantizaba el éxito y que por asedio se tardarían años, optó por la astucia.
Según se cuenta por parte de los historiadores árabes, envió un mensaje mediante una paloma mensajera haciéndose pasar por el Gran Maestre de la Orden de los Hospitalarios en la cual les decía que era imposible mandar refuerzos y que estaban solos con lo que les ordenaban entregar el castillo.
Así lo hicieron el 8 de abril de 1271, cuando rindieron el castillo, también cuenta la leyenda que Baybars, fue magnánimo y proporcionó salvoconducto a los defensores para abandonar Tierra Santa y trasladarse a Trípoli.
Probablemente por intereses de ambas partes, se llegaría a un acuerdo, los defensores sabían que con toda seguridad no recibirían ningún apoyo del exterior, la reconquista de Jerusalén no sería posible por la falta de unión de los reinos cristianos que guerreaban entre sí, abandonando a su suerte a los que quedaban en Tierra Santa.
Los atacantes por su parte perderían muchísimas fuerzas y aunque lograran la victoria los dejarían débiles y expuestos a otros enemigos de oriente.
Lo cierto es que los hospitalarios se instalaron en el mediterráneo, y años más tarde desde su enclave en la isla de Malta ya con el nombre de Caballeros de Malta fueron el cerrojo que impidió la expansión del islam por parte de los Otomanos a todo el mediterráneo y gran parte de Europa, actualmente es la única orden descendiente de las cruzadas que sigue existiendo.
Lo triste es que esta magnífica pieza de la historia está en muy grave peligro ya que en la actual guerra de Siria ha sido bombardeado duramente al ser usado por los contendientes, después de tantas batallas en las que salió airoso a lo largo de la historia puede ser totalmente destruido, en una guerra para lo que nunca fue preparado.
Imágenes cortesía de: wikipedia; panoramio.com; recorriendocastillos.com
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