Para mucha gente, quizá no los que estáis leyendo esta estrada, ver una película en blanco y negro es algo impensable, un aburrimiento garantizado. Nada más lejos de la realidad, aunque os asumimos que la falta de color puede provocar cierto desasosiego a la hora de adentrarse en una historia.
Pese a estos hándicaps, hasta hoy en día han llegado a nuestras DVDtecas (a las grandes plataformas de streaming quizá menos), auténticas joyas como “Tiempos modernos”, “El ladrón de bicicletas”, “Eva al desnudo”, “La quimera del oro” o incluso la española “La piel quemada”. La lista sería muy larga, en ella encontraríamos tantas películas como géneros u actores, aunque aquí, hoy solo añadiremos el clásico: “El cabo del terror”, la película que hoy os comentaremos.
“El cabo del terror” empieza presentándonos a Max Cady (a quien da vida Robert Mitchum), un ex presidiario que llega a la ciudad después de haber pasado 8 años en la cárcel. El objetivo de Cady es presentarse a Sam Bowden (Gregory Peck), un abogado que testificó en su contra en el juicio.
No solo contento con presentarse ante él, Max empieza a acosar a Sam, su esposa Peggy y su hija adolescente, Nancy. Preocupado por el cariz que está tomando, Sam se pone en contacto con su amigo, el jefe de la policía Mark Dutton (Martin Balsam) quien después de investigar el acoso y las acciones de Max, se aparta ante la imposibilidad de protegerle, recomendándole que contrate seguridad privada.
Sam contrata a Charlie Sievers (interpretado por Telly Savalas). Mientras, Max pone el ojo en una chica recién llegada a la ciudad, Diane, con quien después de llevarla a un piso, la ataca y agrede brutalmente, aunque como muchas mujeres maltratadas, no quiere declarar.
Después de varios encuentros y varias amenazas contra la salud e integridad de Peggy y Nancy, Sam decide pasar a la acción, primero sobornándole y después contratando a varios matones para que le den una paliza, pero Max es un hombre duro, y no solo no sucumbe al chantaje si no que, literalmente destroza a sus atacantes. Toda una carta para atacar legalmente a Sam.
Consciente que tiene que proteger a su familia, Sam decide llevar a su esposa y a su hija a una casa flotante a orillas del “río cabo del terror”donde prevé poder defenderlas sin miramientos. ¿Conseguirá su objetivo Sam o por el contrario, será el duro y malvado Max quien conseguirá destrozar la familia de Bowden? Como bien os podéis imaginar, nosotros conocemos la respuesta, aunque como es más que evidente, no os la contaremos.
Max Cady (Robert Mitchum) y Sam (Gregory Peck) en un lance de "El cabo del terror"
Técnicamente lo más remarcable de “El cabo del terror” es el fantástico montaje de una historia de venganza con un claro trasfondo de sexualidad machista conformando un thriller casi perfecto con grandes dosis de tensión. Así mismo, también nos gustaría remarcar el gran trabajo del equipo creador de su banda sonora, la cual acompaña e infunde, si es posible, todavía más tensión a la propia historia.
En cuando al apartado interpretativo, en “El cabo del terror” estamos ante dos grandes actuaciones, las de Robert Mitchum dando vida al sádico, machista y vengativo Max Cady y la de Gregory Peck dando vida al sufrido y protector Sam Bowden, sin lugar a dudas, todo un acierto que contribuye a que “El cabo del terror” se haya convertido en todo un clásico.
Por todo lo que os hemos contado, nuestra nota para “El cabo del terror” es de un 8 sobre 10, recomendándoos totalmente su visionado si, como nosotros, sois amantes del cine.
Título original: Cape Fear” - 1962 – USA
Duración: 106 minutos
Dirigida por: J. Lee Thompson
Género: Thriller