Jordi Sierra i Fabra nació en 1947 en Barcelona. Empezó a escribir con 8 años y con 12 escribió su primera novela larga. Hace 25 años que empezó a escribir obras destinadas a público infantil y juvenil, aunque también ha hecho de muchas otras temáticas y en variados registros, además algunas de ellas han sido llevadas al teatro y a la televisión. Por muchas de estas obras, tanto en castellano como en valenciano, ha ganado varios premios. En 2004 creó la Fundación Jordi Sierra i Fabra para promover la creación literaria entre los jóvenes que hablan español. También impulsó la Fundació Taller de Lletres Jordi Sierra i Fabra per a Latinoamèrica. Periódicamente realiza publicaciones en la revista on-line www.lapaginaescrita.com y cada año convoca un premio literario para menores de 18 años.
En esta ocasión la historia que se nos presenta es la de una serie de alumnos de secundaria y su profesora de lengua. La profesora, cansada de que sus alumnos se resistan a leer, realicen sus trabajos con contenido copiado de internet y, aún más, no presten atención a las faltas de ortografía, se vuelve loca y planea asesinar a sus alumnos. Pero no sin darles una oportunidad de salvarse. Para conseguirlo deberán superar una serie de pruebas lingüísticas que ella distribuirá estratégicamente. Dichas pruebas les proporcionarán las pistas necesarias que les permitan resolver el enigma a tiempo para que su maestra no cumpla sus amenazas.
Un aspecto que me ha llamado la atención de este libro es la forma del autor de poner los títulos de los capítulos. Para ello utiliza nombres de novelas que contienen el número del capítulo que el busca especificando, eso sí, sus autores debajo. Utiliza, por ejemplo, títulos como Los tres mosqueteros, El ocho, Diez negritos,... Lo cuál puede despertar el interés o ser utilizado para introducir otros autores.
En mi opinión es un libro fácil y rápido de leer que nos presenta una historia interesante. En ella que se ven involucrados unos cuantos alumnos, que como muchos adolescentes, no sienten interés por la lectura ni ven los beneficios que esta les puede aportar. También nos presenta una profesora que confía en que sus alumnos son capaces de resolver una serie de enigmas lingüísticos a pesar de que en clase no demuestren especial interés la lengua y la literatura. Creo que este sería un buen libro para los primeros cursos de secundaria ya que nos presenta una faceta de esta materia que puede hacer despertar sus mentes y hacerles ver que la lengua es algo más que teoría, nombres o fechas.