Sin duda diciembre es un mes para la celebración, el cariño, las sorpresas, el amor...pero también es un mes en el cual nos toca reflexionar.
Nos toca reflexionar acerca de todo este año 2016, qué propósitos hemos cumplido, cuáles no, qué ha sido lo más emocionante de este año, qué personas han marcado tu 2016 haciéndolo mejor o peor, qué errores has cometido, qué has hecho correctamente. Son preguntas que nos hacemos al darnos cuenta de que este año ha pasado muy rápidamente y de que uno nuevo se avecina, y como siempre todos esperamos que sea mucho mejor que este, o igual.
También debemos comenzar a pesar en nuestros propósitos y nuestras metas para el 2017, qué cosas queremos que cambien en nuestra vida y cuáles no y qué queremos conseguir.
Son tiempos además para reunirse en familia y disfrutar con los amigos y las personas queridas, es una época para agradecer a todos aquellos que hacen de nuestra vida una buena vida, una época de regalos y sorpresas, de buenas noticias.
Todas esas cosas nos trae el mes de diciembre, sin duda un mes intenso y completo.
Pero todas esas cosas no serían posibles sin la Navidad.
Muchas personas adoramos la Navidad, ¿no es genial pasear por el pueblo o la ciudad y ver a la gente reír y las luces de las calles encenderse? ¿No es fantástico tener más tiempo para compartir con las personas de nuestro alrededor y preparar sorpresas para ellas (o recibirlas)? Y lo bonito que es calentarse con abrazos cuando entra el invierno...
Casi sin pensar podría afirmar que esta es mi época preferida del año, por su magia.
¿Y la vuestra?