Además, esta localidad menorquina posee un clima envidiable por lo que es posible incluso visitarla durante el invierno, una época del año en la que se puede disfrutar del sol y en ocasiones incluso del calor, con la ventaja de que hay menos turistas, algo que es incluso apreciable en la línea del horizonte, mucho más limpia y en el olor a sal (y no a fritanga) que lo inunda todo.
Si quieres tomar rutas alternativas, has de saber que el ritmo de vida de los habitantes de las islas por norma general es mucho más pausado y cuando pasan las épocas estivales en los pueblos pequeños la presencia de turistas es algo excepcional.
Visitando Mahón
Mahón se encuentra situada en el extremo oriental de Menorca y se trata de uno de los puertos naturales más grandes y bellos del mundo.
Esta ciudad es conocida por su cosmopolitismo, con distintos acentos de muy variadas procedencias y una gran conexión con los otros elementos de la isla, lo que hace el viaje muy cómodo.
Para que te hagas una idea, Mahón está a escasos 10 minutos de taxi tras bajarte del avión.
Se trata de un pueblo que respira paz en invierno y se llena de algo más de ajetreo en los meses estivales, muy tradicional, auténtico y con un carácter marcadamente isleño.
El centro histórico es maravilloso, allí podrás visitar el Museo de Menorca en la Plaça Pla des Monestir, donde se exponen algunos murales de la prehistoria y la Edad del Bronce, o la Plaza de la Esplanada, que es el centro neurálgico de la ciudad y desde donde podremos llegar fácilmente a otros lugares de interés como la Iglesia de Santa María o el Paseo Marítimo de Mahón.
Continúa con un nuevo post en Viajero Turismo: Fiestas de San Juan en Ciudadella, Menorca
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