La estatua ecuestre de Pizarro, en la Plaza Mayor de Trujillo
Desde que me casé he podido comprobar que lo nuestro con los viajes es una especie de "completa la serie": nos toca viaje guay los años impares.
En 2013 fue la luna de miel a Sudáfrica y Mauricio [ no te la pierdas, aquí ] ; en 2015 fue San Francisco [ aquí también ], parcialmente patrocinado por una indemnización de American Airways ; en 2017 fueron Paris por mi 30º cumpleaños y Perú por la boda de mi cuñado...
Así que yo ya estaba impaciente por saber a dónde me iba a llevar el 2019.
Bien, pues el 2019 venía con un gran viaje al extranjero... pero solo para el riojano, por temas de trabajo. 6 meses en África, ni más ni menos. El preaviso fue cortito, creo que nos lo dijeron con poco más de un mes, así que no pudimos plantearnos un viaje de "despedida" como a mí me hubiera gustado. Y no os riáis, pero ya que me iba a quedar sola con las dos enanas tanto tiempo... ¡yo quería un premio de consolación anticipado!
De camino al castillo de Trujillo
Lo dicho, no hubo mucho tiempo para organizarse.
La primera idea fue viaje express a algún destino especial nosotros dos solos, ya que íbamos a estar tanto tiempo separados. Tuvimos que descartar pronto porque claro, aquí no tenemos familia que se pueda hacer cargo de las niñas, y para dejarlas con alguien tenemos que viajar. No teníamos tantos días disponibles...
Así que decidimos ir a visitar algo que estuviera a menos de 4 horas en coche, y con las niñas. Yo miré por Internet, busqué en las cuentas de Instagram de la gente que más envidia me da en este aspecto, y no sacaba nada en claro. El riojano propuso Cáceres y Trujillo, que las tenemos cerquita de Salamanca, y son muy bonitas. Mi primera reacción fue un poco "qué rollo", porque estábamos en año impar y estaba acostumbrada a destinos un pelín más exóticos Pero oye, cómo me alegro de haber cedido.
Vistas de Trujillo desde las murallas del castillo
Trujillo es precioso, y Cáceres me dejó alucinada. En serio, dos ciudades llenas de Historia, así con mayúscula, de las que no puedes creer que no se hable más en las agencias de viaje [ lo cual es en realidad una ventaja, porque no hay aglomeraciones ni nada parecido ].
Primer día: Trujillo y noche en Cáceres
El primer día fuimos directamente de Salamanca a Trujillo, donde pasamos el día. Visitamos lo principal, con calma; comimos unas migas que estaban de impresión en el Restaurante La Troya; y terminamos la tarde en un parque del centro, cerca de parking donde teníamos el coche. De ahí nos fuimos a Cáceres, hicimos el checkin en el hotel y nos fuimos a cenar a un sitio del centro [ que no os voy a recomendar porque era bastante normalito ].
¡A las ricas migas!
Lo que más me gustó de Trujillo fue el paseo desde la Plaza Mayor [ preciosa también, muy bonita la estatua de Pizarro ] hasta el Castillo y sus murallas. A las niñas les encantó el castillo especialmente y no paraban de preguntar por las princesas, jajaja. Yo pasé un poco de vértigo pero las vistas merecen la pena.
Más calles empedradas de Trujillo
¿Hacia dónde vamos?
Segundo día: Cáceres en un día
El segundo día se lo dedicamos a Cáceres. ¡Y qué gran acierto! Me encantó el casco antiguo, patrimonio de la Humanidad. Impresiona mucho ver tantos edificios del siglo XV y XVI tan bien conservados, muy recomendable para pasear tranquilamente en familia.
Al día siguiente de derrapar frente al Castillo de Trujillo, ¡tan feliz!
¡No podía faltar esta foto!
Lo mejor de Cáceres es que tiene un montón de cosas que ver en un espacio bastante reducido. Vas cómodamente de un punto a otro en tres pasos, vuelves atrás para ver esa otra cosa, recorres las callejuelas y las plazas... Es absolutamente precioso.
Posando un poco en la escalinata bajo el Arco de la Estrella
En fin, que la moraleja del post es que vale, este año no nos hemos escapado solitos a algún sitio fabuloso del extranjero, pero que hemos disfrutado muchísimo con una visita express a dos pasitos de casa, como quien dice. Viajar con las peques ha sido fantástico, ¡y me muero de ganas de repetir! Además de lo reconfortante que es saber que no necesitas irte a las Bahamas para estar en un sitio precioso o disfrutar de buena compañía.
No sé yo si estas guías nos van a ser de mucha ayuda...
Ea, todos a viajar.
¡Hasta pronto!
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