El post de hoy es el último de la serie dedicada a Venecia. En él os enseño el gueto (el primero en Europa) y os recomiendo un restaurante con tres Bs: bueno, bonito y barato.
El gueto judío y un restaurante bueno, bonito y barato
Como recordareis, en la primera entrada dedicada a Venecia os indiqué un posible hotel para alojaros. En la segunda os expliqué cómo llegar a la isla, cómo funciona el tema del transporte y demás. En la tercera os señalé algunas cuestiones a tener en cuenta en la Plaza de San Marcos (dónde está la oficina de turismo, cuánto cuesta un café…). En la cuarta os hablé acerca de un restaurante romántico que no era demasiado caro. En la quinta os propuse una excursión: visitar las islas de Murano y Burano. En la sexta os comenté los precios y horarios, entre otras cuestiones, del Palacio Ducal. Finalmente, en la entrada de hoy os propongo visitar el gueto judío y cenar en un restaurante con tres Bs: bueno, bonito y barato.
El gueto judío
El gueto judío (Campo del Guetto Nuovo) se encuentra en el barrio de Cannaregio, detrás y bastante cerca (a menos de cinco minutos andando) del hotel en el que estuvimos alojados. Fue el primer gueto que se creó en Europa y es la zona con las edificios más altos de Venecia: dado que las construcciones no podían expandirse tuvieron que crecer a lo alto.
(Fuente)
En el gueto estuvimos un ratito, descansando, sentados en uno de los bancos de su plaza, y pudimos ver a varios judíos con sus ropas y peinados característicos, cuestión que me llamó un tanto la atención.
Paseo por el barrio de Cannaregio
Seguidamente paseamos un poco por Cannaregio y como estábamos molidos nos sentamos al borde de un canal para, simplemente, ver pasar las lanchas y las góndolas y hacer un poco de tiempo hasta la hora de cenar.
Restaurante con tres Bs (bueno, bonito y barato): La Bella Pollastrella
Finalmente, y para acabar la jornada, nos dirigimos a un restaurante al que ya le habíamos echado el ojo cerca del hotel: La Bella Pollastrella.
Nos sentamos en una de las mesas de la terraza, junto al canal y, aunque nos picaron los mosquitos, he decir que me comí la mejor calzone que he probado en mi vida, y la más grande, de hecho no me la pude terminar muy a mi pesar, por un precio relativamente barato para lo que es Venecia. Lo recomiendo, sin duda.
¿Y vosotros, sois unos fanáticos de las pizzas y las calzones como yo?, ¿con qué ingredientes os gustan más?
* Un dulce besito *