Traumas infantiles de esos que no se olvidan.
Hola!!!!!!!!!!! Otro día más nos vemos por aquí. Como siempre muchas gracias por los comentarios que recibo cada día, sois los mejores seguidores del mundo mundial.
Hace tiempo puse un par de entradas con mis caídas y anécdotas que podéis leer aquí, aquí y aquí y la verdad es que tuvieron mucho éxito y todos nos divertimos, aunque confieso que paso bastante vergüenza contando esa manera tan estruendosa que tengo de hacer el ridículo.
Y ya que este tipo de post os gustaron se me ha ocurrido hacer alguno con los traumas infantiles que tengo, así, en plan divertido, y de paso me contáis vosotros a mí los vuestros, que seguro que me río un montón.
Y sin más rollo empiezo.
El enfermero psicópata.
-Este que os cuento el primero me ocurrió con seis años y la verdad es que dudaba si ponerlo porque no me parece nada gracioso, nunca he entendido a la gente que se dedica a asustar a los niños pero la gente lo encuentra gracioso, me llamaron de la radio para contarlo y todo, de Cadena 100.
Cuando tenía la tierna edad que os menciono, y por ir como siempre en mi mundo, me tragué un escritorio que tenía en la parte de arriba una extraña estantería o algo así, acabado en una esquina muy puntiaguda.
El batacazo fue enorme y me abrí una brecha en una ceja que no paraba de sangrar. Yo me negaba a ir al médico pero entre mi madre y una amiga suya me convencieron y fui al ambulatorio.
Yo nunca había estado allí porque era la parte de urgencias, no pediatría, y hablamos de 1980 así que imaginaos, era muy tétrico.
Recuerdo claramente el miedo que tenía pero aguanté en silencio y sin llorar hasta que un enfermero nos mandó pasar a la sala de curas.
Aquello olía a desinfectante, estaba bastante oscuro no sé porqué, y cuando yo ya sentía que me iba a dar un ataque de pánico el enfermero, sin que yo hubiese dicho nada, ni una queja, se dirige a un armario del fondo de la sala, saca una cuerda enorme y me dice que me va a atar para que no me mueva, mirándome con expresión de loco y balanceando la cuerda.
En ese momento no pensé que fuera una broma, simplemente me giré y eché a correr sin mirar atrás, y mi madre, cuando pudo reaccionar, echó a correr detrás de mí, arrastrando a mi hermana que era pequeña y regordeta igual que Heide.
Nunca había estado en esa zona del barrio, y soy de las que me pierdo en todas partes, pero ese día llegué a casa en un segundo, no me perdí ni me pasó nada. Ahora eso sí, cuando mi madre me alcanzó, ya en el portal, no logró convencerme para que volviese al ambulatorio.
Conclusión;crecí con una ceja partida como Dillan, de Sensación de vivir.
El payaso asesino.
Mi segundo trauma me lo crearon mis abuelos y la madrina de mi madre, pero eso sí, fue sin querer.
Yo siempre fui fan de Miliki, veía los programas, tengo sus casettes, llevé a mis hijos a verle y yo lo vi dos veces también de pequeña, pero me gusta Miliki la persona, no los muñecos.
Pues mis abuelos y la madrina me trajeron de un viaje un muñeco Miliki terrorífico.
No era muy grande, más o menos como una muñeca Nancy, pero la cara era la de Miliki, una cara de persona que miraba fijamente, con un pelo que parecía de muerto. Llevaba la misma ropa que en la tele pero lo peor fue cuando me lo dieron.
Lo pusieron encima de la mesa de la cocina, le dieron cuerda y el tétrico muñeco empezó a andar y a tocar los platillos y se acercaba a mí siniestramente.¡No os imagináis que miedo daba!!!!!!
Al ver que yo iba reculando y el muñeco se iba a caer mi abuelo lo puso en el suelo y fue peor porque entonces¡¡¡¡Me seguía!!!!
Al final acabé llorando y no le dieron cuerda nunca más, pero mi madre lo puso en una estantería frente a mi cama y de noche me miraba, yo no podía dormir del pavor que me daba pero no me atrevía a levantarme y quitarlo, y no le decía nada a mi madre porque todos se habían disgustado con mi ataque de miedo al horrible muñeco y no quería más gente moviendo el muñeco, acercándomelo y recalcando que era un muñeco bueno que no hacía nada, que eso sí que daba yuyu.
Conclusión;odio los platillos, los payasos y los muñecos con caras de persona y pelos de muerto.
He buscado en Internet y creo que el payaso terrorífico era este, ¿Aqué da pavor?
El congelador del terror.
Y mi tercer y último trauma por hoy se lo debo a mi hermana. Tengo terror a los congeladores.
Mi hermana de pequeña era muy siniestra, ahora se ríe pero entonces, durante dos largos años le llamaban mucho la atención los animales muertos, y se pasaba la vida congelando los bichos que encontraba para descongelarlos luego e investigar.
A veces mi madre encontraba algún pez dentro de los chipirones o de peces grandes, y siempre andaba por ahí rondando mi hermana para pedírselo, los decapitaba, les sacaba los ojos y los dejaba en el congelador.
Un familiar nuestro cazaba(odio la caza a muerte) y cuando lo que mataba no se comía o disecaba se lo traía a mi hermana(que no sé ni como no la hicieron una psicópata) para que "jugara". Recuerdo que en el congelador llegó a meter un pájaro negro pequeño, además de una especie de gorrión y algo que no me acuerdo pero era tipo lechuza pequeña.
Cuando nos moría un grillo lo metía en el congelador, y las ranas también, y las tortugas que eso sí que daba grima yy miedo, allí podía haber cualquier cosa.
Por entonces me gustaba ir al congelador a por hielo para jugar con mi Cocinita Rico pero me daba pavor porque podía encontrar un grillo sin cabeza, un pájaro negro, un pez sin ojos o una rana sin una pata.
Conclusión; crecí con tal aversión a los congeladores que no uso el de la nevera, tengo un arcón grande al que ella, afortunadamente, no tiene acceso sin mi vigilancia. El congelador de la nevera lo tengo vacío, y lo digo de verdad, me da un yuyu que no veas. Lo único bueno es que mi hermana se normalizó, yo ya la veía en plan doctor Frankenstein pero no, normalizó y lo único que congela es la pizza.
Bueno, pues hasta aquí algunos de los traumas infantiles que me persiguieron muchos años, aunque afortunadamente se han quedado en meras anécdotas. Y vosotros,¿tenéis algún trauma?¿algún miedo inexplicable, alguna mentira que os dijeron?¿Entendéis mi pánico al payaso Miliki?
Muchas gracias por leerme y comentar y nos vemos mañana con algún truco chulo.
Besinooooooooo.