Llegamos al día 24 y he querido actualizar este post navideño que publiqué hace cuatro años en el blog y cambiarle el título a "MIS NAVIDADES FAVORITAS", porque precisamente de eso trata este post. Y para cerrar con estas notas acordes con la Navidad, hoy quiero recordar lo que han sido las Navidades en mi vida, particularmente en mi niñez.
Es absolutamente cierto lo que tanto se dice que las Navidades son para los niños y ellos son los que más disfrutan estas fiestas. Cargados de la ilusión de recibir los regalos que les darán el 25, realmente la Navidad gira en torno a ellos. Y todos hemos sido niños y podemos dar total fe de esa verdad incuestionable. En lo que a mí respecta, nací en el año 1963 y la primera navidad que recuerdo fue la de 1967 cuando apenas contaba con cuatro años de edad. En esa época vivía en Jr. Huancayo 177, en un 2º piso, a media cuadra de la avenida Wilson y lo poco que me acuerdo fue que la pasamos en familia. Mis padres, mi abuela paterna, mi abuela materna, mi tía Norma -la hermana de mi mamá, quien vivía junto con mi abuela a una cuadra de donde vivíamos-, y mi hermano, quien tenía apenas un mes de nacido. Fue la emoción de recibir hartos regalos y a esa edad, comencé a creer en Papa Noel y en el Niño Dios. Yo me quedé despierto hasta cierta hora y luego me fui a dormir -a los 4 años no estaba en edad de participar en cenas navideñas-, para despertar al día siguiente con todos los regalos al costado de mi cama. Esa fue la primera navidad de la que tengo memoria. Los siguientes años fueron iguales y siempre con la insufrible compañía del LP de Los Toribianitos, que la escuchábamos mañana, tarde y noche, pero a partir del año 72, hubieron ciertos cambios obligados para los que creíamos en Santa Claus. Como se sabe, en el año 1968 hubo un golpe militar y comandado por el cojo acomplejado de Velasco. Y como esa junta militar se alineaba a las tendencias rojas comunistas de ese momento, todo lo que tuviera que ver con USA era sinónimo de "contrarevolucionario". Y el viejito pascuero pagó las consecuencias y llegó incluso a ser considerado como un personaje "alienado" y hasta "agente del imperialismo yanqui". ¿Se imaginan semejante estupidez? Por eso, dejó de haber publicidad en donde apareciera Papa Noel. Y muchos de los que pasamos la base 5 podemos recordar esa época. Y así mis viejos me explicaron que Papa Noel no existía y que solo era el Niño Dios el que nos traía los regalos a los niños. Tenía en ese entonces 9 años y eran otras épocas en que se respiraba más inocencia. Pero ya al entrar a los 11 años, ya supe que los regalos los traían papá y mamá. Durante toda mi niñez y mi adolescencia, disfruté mucho mis navidades. Recuerdo mucho esa navidad de 1972 cuando mi tía Elba -hermana de mi papá- y mi tío Ed -que vivían en Portland, Oregon- vinieron con sus siete hijos y fue todo un acontecimiento familiar. Las Navidades siempre las pasábamos en casa, y con la presencia de mi abuela paterna, pero en mi caso -e igual sucedía con mi hermano Alex- nos acostábamos siempre temprano para levantarnos temprano el día 25 y abrir los regalos en el árbol. Pero fueron épocas que recuerdo con mucho cariño y realmente si debo buscar alguna canción con la cual me sienta plenamente identificado con lo que viví, sin duda alguna elegiría una trilogía musical, con tres canciones que las asocio con aquellas navidades de mi niñez.
El primero es el archi conocido tema "Feliz Navidad" cantado por José Feliciano. Escucho esa canción y me transporta mentalmente a esas navidades de 1971, 1972, 1973 y 1974. Se puede decir que la canción es bastante simple y su letra es repetitiva, pero el feeling navideño está presente y a mí me encanta oirla una y otra vez, porque me hace recordar a las navidades cuando era niño. Y el segundo tema es una canción que fue un enorme éxito, gracias a su inclusión en un comercial de la Coca Cola. El tema se llamaba "I"d Like To Teach The World To Sing", y aunque en el comercial que pasaron por la TV en ese año 72 y 73, el tema era interpretado en castellano, la melodía era la misma. Aun recuerdo el estribillo, "hay que compartir, el momento feliz", y el intro con una chica cantando "quisiera al mundo darle amor, en perfecta armonía". Y por último, dentro de ese conglomerado de canciones de Los Toribianitos, la que más nos hacía sentir la llegada de la Navidad era "Jingle Bells", o en español que comenzaba con "Navidad, Navidad, Blanca Navidad". Pero recuerdo mucho que en el programa del recordado Tío Johnny a finales de la década de 60, me gustaba escuchar esa canción. Pero de todas las versiones de este clásico navideño, la que más me gusta es la Frank Sinatra. Esas tres canciones marcaron el recuerdo navideño de mi niñez y por eso, hoy quise recordarlas en este post navideño.
Espero que estos dos temas hayan sido de su completo agrado y como siempre, los invito a disfrutarlos y escribir algún comentario. Por último, desde el fondo de mi corazón y con todo mi amistad, cariño, afecto y estimación, quiero desearle a TODOS los amigos y amigas visitantes de este blog que tengan una muy Feliz Navidad llena de amor, magia y felicidad y que la paz reine en sus hogares dentro de un clima de mucha unión y armonía familiar, al lado de sus seres queridos y que reciban esta Nochebuena rodeados de mucho amor. Muchas gracias a todos ustedes por ser parte de mi vida y por visitar siempre este blog y estar pendientes de sus posts. Lo valoro inmensamente, de verdad. Y ahora me tomaré un descansito hasta el viernes 26, pero no dejaré de contestar sus mensajes y comentarios.
Y como dice el tema de QUEEN, ¡GRACIAS A DIOS, ES NAVIDAD!
¡FELIZ NAVIDAD QUERIDOS AMIGOS!