La FIA busca una F1 más humana para promover el espectáculo, y hacer que la actuación de los pilotos en pista cobre más valor. Como añadido al nuevo reglamento del 2017, el órgano rector de la F1 ha dejado clara la nueva normativa del embrague, que pretende dificultar aún más las salidas de los pilotos en los GP que están por venir.
La FIA ha promovido la implantación de un embrague lineal, algo totalmente diferente a lo visto en 2016, en donde la activación del embrague podía calibrarse desde los pits por los ingenieros, incluso, ya existía un mapeo del mismo configurado con la puesta a punto de los coches.
El embrague lineal, dependerá solo del piloto, éste último deberá regular la paleta del embrague [ubicada detrás del volante] y encontrar por sí solo el punto idóneo para contar con la mayor tracción posible. Pero la nueva norma no se limita a eso, ya que la FIA ha especificado cómo el embrague debe ser usado y diseñado.
Primeramente, ningún elemento o botón puede estar a menos de 50 mm del embrague, esto lo hacen para evitar que los equipos coloquen dispositivos cerca de la paleta para ayudar al piloto a activar de dicho elemento. Además, también limitan el uso que se le da, estipulando que ningún piloto, puede desplazar la paleta más de 80 mm, de este modo, evitan que el exceso de movimiento beneficie al conductor a la hora de encontrar el punto exacto de activación del embrague, y así largar más fácilmente en las carreras.
La mayoría de los pilotos han probado el nuevo embrague en los test de pretemporada, y todos concluyen en que la dificultad para comenzar las carreras, será mayor de ahora en adelante, algunos llegaron a comparar este sistema con el de los coches de calle.