Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Cómo estáis? Yo estoy aquí con mi café, mi gato y el silencio, este bien tan preciado que no sé cuanto va a durar.
Ya sabéis que hoy el post es sobre la marcha, así que de antemano pido perdón por los errores que pueda tener. Y son más rollo empezamos.
Hoy se me ha ocurrido hablar de números porque me da la sensación de que todo en esta vida se etiqueta y cataloga, y generalmente con números.
La semana pasada Ana en su blog nos hablaba de edades y tenía tanta razón...yo tengo 42 años y me siento joven, con ganas de hacer cosas y con ilusión.
La edad es un número, y claro que a veces es condicionante, un niño, por ejemplo no ha vivido lo suficiente para saber ciertas cosas, pero en términos generales la edad es un número, sin más.
Yo conozco a una chica de 21 años que es literalmente una vieja, habla de enfermedades, protesta por todo, critica a todo el mundo, es cotilla...es una vieja.
En cambio mi madre con 64 está llena de proyectos, escribe, tienen ilusiones...y aunque al enviudar tuvo un bajón importante va remontando y tiene ganas de vivir.
Por otro lado conozco a alguien de la edad de mi madre que es una vieja, así, sin más, no por su edad sino porque es triste, negativa, criticona...como la chica joven que os digo, pero no es que tenga una depresión o algún problema, no, es una triste de las que nada le parece bien.
Y este gatito que que ahora me acompaña cumplió el martes 14 años, y está tan precioso y joven...
Cada uno es un mundo y la edad es un número.
Con las notas del cole pasa algo parecido. Ya conté en un post antiguo que mi hijo en la ESO llegó a suspender 5, y eso que le habían detectado una gran capacidad pero el tema era un pelín complejo. Yo intenté valorar sus estudios son fijarme en las notas, la vida no son solo números, y centrándonos en lo importante y trabajando no solo aprobó, es que en carrera está sacando Matrícula de honor, incluso de erasmus en otro idioma. Aún así le insisto en que no se fije en los números y estudie para aprender, sin conocimientos de poco le valdrán las notas.
Y las tallas, ainnnns. Hace unos 15 días fui con mi hija de tiendas. Nosotras usamos la talla de pantalón 38, yo llegué a usar la 36 en épocas en las que adelgazaba terriblemente, me costaba no adelgazar, pero ahora estoy bien y usamos esa talla.
De jovencita me costaba encontrar pantalones que no me quedasen enormes, y tenía complejo de delgada, y ahora debería tenerlo de lo contrario viendo lo que nos pasó.
Bien, pues en tres tiendas destinadas a gente joven los pantalones de la 38 no me subían, se me quedaban poco más arriba de la rodilla, y al medir con el mío, que para más señas es de El Corte Inglés(no sé si talla bien o no) vimos que nosotras necesitaríamos una 42. A mí me da igual y la compro, es una tontería y nunca me ha preocupado la talla, pero al salir vi a una chica muy joven con sus amigas, llorando porque "estaba gorda" y teníais que haber visto su "gordura". Era una chica normal tirando a delgada, pero me imagino lo ocurrido, fue a comprar y no entraba en las tallas pequeñas porque usaron de modelo a alguien que literalmente no existe.
Claro, a ver quien le hacía entender a la chica que las tallas son solo un número. A ver si hacen tallas reales y actualizadas, por favor, tanto hacia arriba como hacia abajo. Y también hay que enseñar a las chicas y a los chicos a quererse, que hacen genial en cuidarse para estar sanos, pero hay que quererse y aceptarse.
Y ya para acabar están los números en el mundo blogger, los seguidores, los amigos de facebook, los de instagram, followers de twitter...todo es una guerra de números que nos ocupa el tiempo de una manera un poco tonta.
A mí no me importan los números en las cosas de la vida, de hecho de las cosas importantes a veces apenas tenemos cantidad, solo hay un corazón, tenemos únicamente dos ojos, una madre, un padre...aunque también hay cosas imposibles de medir, como los sueños, el amor...y claro, hay cosas de las que quiero tener muchos números, quiero mil libros, mil besos, mil abrazos, mil fotos de mi familia, mil buenos recuerdos, muchos gatos...pero aunque tenga menos para mí serán suficientes porque no me importan los números.
Y para acabar, porque ando algo apurada hoy, os confieso que utilizo los números para desestresarme, hago polinomios, Ruffini o sistemas de ecuaciones con dos incógnitas, me aficioné cuando mi hijo iba a tercero de ESO y a veces sigo haciendo, porque no sé hacer punto de cruz y algo tendré que hacer cuando no me centro para leer, escribir o ver una peli. Esos números sí que me gustan, los que aportan.
Bueno, creo que ya está bien de divagar, así que os dejo. Espero recibir muchos comentarios, jejeje, es broma, cada uno es un tesoro y no me importa el número, me importa el cariño que desprenden.
Besos, me voy a hacer un montón de cosas que llevo una semana rarísima y complicada y nos vemos el sábado en el resumen semanal.