I Currently Loving Julio; mis mejores momentos del mes.
Hola a todos y bienvenidos al último viernes de julio.
Ya sabéis que desde hace un tiempo el último viernes del mes hago un repaso por los mejores momentos que éste me ha dejado.
No me gusta poner lo triste o lo malo, así que me quedo con lo bueno y es un ejercicio estupendo para recordarnos que todos tenemos muchas cosas buenas y motivos para vivir y ser felices. Y además creo que gusta porque siempre está entre los post más vistos, y eso me alegra mucho.
Y sin más rollo empiezo.
Este mes he ido sobre todo a la playa, baños de mar y sol han salpicado cada día, pero curiosamente tengo pocas fotos, generalmente ni me acuerdo de hacerlas, y si las hago salimos nosotros y ya sabéis que no me gusta salir por aquí.
Pero además de playa he tenido más cosas.
El mes empezó con fuerza, con el festival Metropoli del que os hablé aquí, y que me permitió viajar al pasado, a mi niñez con el encantador Marty Mcfly.
Y también hemos salido a pasear de noche, así, de repente, sin pensarlo y acompañando nuestros paseos de conversaciones sencillas y risas.
Y hemos ido a un embalse que invita a reflexionar, los cuatro juntos, los hijos mayores y los padres felices.
Y hemos paseado por pueblecito típicos, con sus hórreos y sus casitas, con ese olor a hogar que solo hay en los pueblos.
Además pude imaginarme la dura vida de antes, cuando en las casas no había agua y las mujeres lavaban en el lavadero, ellas, siempre ellas, eran las encargadas de lavar, enjobonar, aclarar y blanquear.
Hemos cruzado puentes de piedra como si de una metáfora se tratara; hay que avanzar en la vida.
Y nos hemos deleitado con coches de otros tiempos esperando por nosotros.
También jugamos a inventar historias de bosques encantados y árboles con vida propia, como si fuesen Ents, ya sabéis, esos pastores de árboles de El señor de los anillos.
Hemos hecho senderismo y subido a un pico, deleitándonos por el camino con vistas impresionantes.
Y me he enamorado de unas flores azules un tanto ariscas y rodeadas de pinchos.
A Gijón llegó la Semana Negra y con ella los escritores.
Pude ver y oír a Antonio Muñoz Molina y a Elvira Lindo, aprendiendo un montón de cosas y viendo como pintaban un cuadro basado en lo que ellos contaban, es el que sale a la izquierda.
Y pude conseguir una edición limitada de una obra de Edmond Baudoin, un dibujante de cómic francés muy interesante.
Hemos hecho picnics en parques llenos de sol, picnics sencillos que saben a gloria y que si miramos al horizonte con atención podemos ver el mar.
Además hemos tenido la tradicional exhibición aérea, pero lo más curioso es sentir como ensayan y te sobrevuelan mientras estás nadando.
Y por unos instantes, ese ruido me hace recordar los terribles tiempos de la guerra, el miedo que pasaria la gente sintiendo los bombarderos acercarse.
Y hemos visto de cerca esos aviones que tanto impactan al cruzar el cielo.
Y los ritmos de la trompeta y el trombón nos acompañaron un domingo por la tarde.
Ayyyyy cómo me gustan los edificios que hacen que mi villina parezca una gran ciudad!!!!!
Y entre rutas de monte, escritores, baños de sol y mar y algún que otro picnic Julio se ha esfumado, y espero ansiosa un agosto lleno de momentos especiales, de cariño de los míos y de salud para todos, que ya sabéis que es lo único que pido.
Mil gracias por leerme y espero que hayáis tenido un mes maravilloso y que el próximo también sea genial.
Mil besinos, feliz finde y nos vemos el lunes.