Hoy un post rapidito para introducir el concepto de formato, ya que toda idea debe ser formateada y de un mismo concepto pueden surgir formatos diferentes.
En anteriores artículos he hablado del formato del guión como forma de presentación. Formatear o dar formato es aplicar una serie de reglas, unas características concretas a un producto. En el caso de los guiones se habla de formato profesional a la presentación y disposición de las palabras sobre el papel.
No se escribe igual un guión de radio, que de entretenimiento televisivo, ficción televisiva, o cine. Es importante conocer el formato pero tampoco es algo que tenga que quitarte el sueño. Usa cualquier programa para escribir guiones y los podrás presentar en formato profesional, generalmente a la persona que lo reciba le dará igual uno que otro, siempre y cuando pueda diferenciar los encabezados de escena, los personajes, acotaciones y diálogos. Cuanto más estándar sea el formato más fácil será leer tu guión, por aquello de la costumbre. Pero el formato es mucho más que la distribución de las palabras en el papel o del uso de negritas.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de formatos televisivos?
Dice Gloria Saló en su libro ¿Qué es eso del Formato?
Técnicamente se podría decir que es el desarrollo concreto de una serie de elementos audiovisuales y de contenidos que conforman un programa determinado y lo diferencian de otros.
En mis palabras, es la idea adaptada a poder ser vista por una pantalla o escuchada en la radio. Una misma idea puede dar lugar a diferentes formatos. Por ejemplo piensa en buscar pareja, eso puede dar lugar a una serie de ficción, de género cómico, un drama, un mockumentary… O puede dar lugar a un programa de televisión en forma de Dating Show, por ejemplo. Digamos que es la forma de presentar la idea.
Después de tener la idea hay que pensar en el formato
Formatear significa, en primer lugar, adaptar la idea al medio en el que va a desarrollarse. No es lo mismo escribir para el cine que para la televisión. Y no es lo mismo la ficción que el entretenimiento, insisto en que una misma idea puede dar lugar a productos muy diferentes en función del formato escogido.
Otra opción es pensar en un formato directamente, pero siempre vas a necesitar una idea, un tema. Eso será lo que marque la diferencia entre tu producto y otros que pertenezcan al mismo género y formato.
Título, formato y storyline
Las tres cosas básicas que necesitas para empezar a trabajar en un proyecto son el título, el formato y el storyline. Vale, el título puede que no sea imprescindible para empezar a trabajar en ello, pero cuando vayas a venderlo estas tres cosas son las primeras que van a mirar. Si no encaja el formato con lo que se busca y la storyline no engancha, probablemente no se miren el resto del dosier o de la ficha de venta. El título es necesario para diferenciar tu producto de otro, y ya sabemos la importancia que tienen los títulos, puede ser totalmente decisivo para que alguien abra la primera página y lea o simplemente para que baje la vista hasta la segunda línea y vea el formato y la storyline.
Junto al formato es necesario indicar el tiempo que dura el programa y su frecuencia. Por ejemplo: sitcom, 22′ (13 episodios). O bien: telenovela 45 minutos, diaria.
En próximos artículos hablaré sobre cómo pensar formatos, qué elementos los conforman o cómo etiquetarlos cuando parecen una fusión de varios formatos distintos.
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