En esta reseña haremos mención del Cerro Torre. Argentina es un país enorme que engloba todo tipo de atractivos, desde playas paradisíacas a grandes ciudades, pasando por altísimas montañas, por desiertos extensísimos, y por glaciares milenarios.
Aunque, al igual que en Chile, las montañas más conocidas de este país son los famosos Andes; al sur de Argentina, casi donde América acaba para encontrarse con el gélico Océano Glaciar Antártico, y lindando con el popular glaciar Perito Moreno, encontramos una de las montañas más difíciles de escalar del mundo, el impresionante Cerro Torre.
Situado en el llamado Campo de Hielo Patagónico Sur, esta escarpada montaña se levanta por encima de los los 3.000 metros de altitud, aunque no es su altura lo que ha hecho de Cerro Torre una leyenda para los alpinistas, si no su extensa superficie de roca, ya que, se escale por donde se escale, se tendrá que sortear una gran pared de roca de al menos 800 metros de longitud. Esto supone, sin duda alguna, todo un reto incluso para los más osados.
Además, el Cerro Torre se vuelve aún más difícil de coronar en ciertas épocas en las que se forma un enorme champiñón de hielo esculpido con los constantes vientos. De hecho, este enorme hongo fue lo que hizo que no se considerase oficialmente escalada y encumbrada hasta 1974 por Casimiro Ferrari, Daniele Chiappa, Mario Conti y Pino Negri, aunque hubo polémicas en cuanto a quien lo hizo primero.
Sin duda alguna, su ascensión sólo está al alcance de los más experimentados, pero el resto de los mortales nos podemos conformar con admirar su belleza.
Imágenes: Alex E. Proimos/Flickr