Crónica Carlos Sadness en Barcelona
12.05.16, Sala Apolo
Un tumulto de jóvenes invadió los alrededores de la sala Apolo el jueves pasado. El motivo era el concierto que iba a dar Carlos Sadness a las nueve de la noche.
Poco a poco, la sala se iba llenando de gritos y emoción. La mayoría del público de Sadness es muy joven y eso se palpaba en el ambiente. En menos de 15 minutos el Apolo quedó a rebosar y la impaciencia empezó a penetrar en las almas de los asistentes.
Diez minutos más tarde de lo previsto Sadness y su séquito saltaron al escenario. Y desde ese momento el público entró en locura y acompañó al cantante de principio a fin.
El primero de los temas con el que empezó el recital fue Sputnik y sólo con esta canción se intuyó que el sonido no iba a ser lo más destacable del directo ya que según donde uno estuviera situado a Sadness casi ni se le escuchaba. Aunque eso no fue ningún impedimento para que allí se viviera una auténtica fiesta motivada por la melena, el ukelele y un público totalmente entregado.
Durante el recital sonaron Perseide, Días impares o Au Revoir. Y Sadness se acompañó durante unos temas de un batería de lujo, Ron Thaler, famoso productor.
La cúspide energética llegó con los bises y su gran hit, “Que electricidad”. Porque a pesar del sonido regular del concierto Sadness supo contentar a un público que adora su figura y sus temas tal y como demostraron entonando todas sus canciones durante todo el directo y dando muestras de cariño ilimitada a través de los aplausos y ovaciones.
Galería de imágenes:
Redacción: Anna Castro C.
Fotos: Rafa Rubiales
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